Diez fotos de Dalí para celebrar la creación de su museo

Salvador Dalí y Gala estuvieron toda su vida rodeados de fotógrafos que dejaron constancia de dónde estaban y qué hacían en cada momento. Tanto de su intensa vida pública, en ciudades como Nueva York, París, Roma y Barcelona, como de la privada en Cadaqués. En su casa de Portlligat llegaron a reunir más de 13.500 fotografías que Gala conservó en cajas y que le gustaba repasar a menudo. Con unas 300 de esas imágenes y recortes de diarios y revistas creó un enorme collage para decorar las puertas de su vestidor; una obra más de las que pueden verse repartidas por toda la casa.

Uno de los fotógrafos más prolíficos fue su también amigo Melitó Casals, Meli, que estuvo presente en muchos de los momentos importantes de la vida del pintor, durante las largas estancias que pasaron en el Empordà la pareja, tras su regreso de Estados Unidos en 1948 hasta la muerte de Dalí en 1989.

Meli hizo la única foto de la boda de Dalí y Gala en agosto de 1958 que ellos ampliaron y tuvieron siempre en su casa de Portlligat. Pero también ilustró la larga construcción de la última obra surrealista de Dalí: el teatro museo en Figueres, desde que comenzaron los trabajos en octubre de 1970 hasta su inauguración.

Por Meli sabemos muchas de las vicisitudes que hubo a la hora de devolverle el uso a este centro desde que concluyeron con una gran fiesta de inauguración el 28 de septiembre de 1974. Siempre que iba Dalí a visitar las obras, allí estaba Meli para fotografiarlo. Ahora que el próximo martes se cumplen los 47 años de la apertura al público del museo, la Fundación Gala-Salvador Dalí recupera una estancia junto a la cripta donde está enterrado el pintor. Y lo hace mostrando diez fotografías de gran tamaño realizadas por Meli en las que se ve a Dalí entregado al proyecto, bien dirigiendo los trabajos o pintando directamente algunas de las pinturas que decoran los techos o las paredes del antiguo teatro municipal de Figueres, donde Dalí había expuesto la primera vez en 1918 y que estaba en ruinas desde la Guerra Civil.

Como en la que aparece subido a un andamio retocando los plafones del techo del Palau del Vent o posando bajo la enorme cúpula reticular que ha acabado siendo la imagen del museo y de la ciudad de Figueres. También la que aparece junto a Gala y Antoni Pitxot supervisando la instalación de las esculturas en el patio de butacas. “En las fotos vemos a Dalí en diferentes espacios concentrado y creando esta gran obra. Son muy importantes para que los visitantes vean la implicación que tuvo Dalí en su museo”, explica la directora de los Museos Dalí, Montse Aguer.

Las fotos son una pequeña muestra del fondo Meli dedicado a Dalí que está formado por unos 9.000 negativos. “Hemos aprovechado la pandemia para hacer el trabajo de digitalización en colaboración con la familia, en especial su hijo Jordi Casals. Y aquí se ha presentado una primera selección centrada en la relación personal de Dalí con su museo”, explica Rosa Maria Maurell, jefa de documentación de la Fundación Gala-Salvador Dalí.