Cataluña recurre a Cruz Roja y Open Arms para realizar los cribados en las escuelas

La Generalitat ha vuelto a recurrir a entidades como Cruz Roja y Open Arms para llevar a cabo los cribados masivos en los centros educativos. Aunque este viernes se ha anunciado el convenio de colaboración, ambas organizaciones hace varias semanas que empezaron a realizar pruebas PCR en escuelas e institutos; desde el inicio de curso han practicado cerca de 40.000 test. El Govern ha optado por pedir apoyo a estas entidades ante el aumento de contagios y de pruebas PCR. “Así garantizamos la continuidad de la política de cribajes en las escuelas y evitamos tensionar la atención primaria, que ya está tensionada”, justificó el consejero de Educación, Josep Bargalló.

Cataluña ya recurrió a Open Arms durante la primera oleada de la pandemia para realizar cribajes masivos en las residencias de ancianos. La organización que dirige Óscar Camps habilitará un grupo de 19 voluntarios, que se sumarán a los 40 de Cruz Roja. Las entidades aportarán los equipos de protección y los vehículos, pero recibirán una formación sobre PCR por parte de personal sanitario. El coste del convenio va a cargo del Departamento de Salud, que no ha concretado el importe.

Ambas entidades empezaron a realizar PCR en centros educativos hace varias semanas. En este tiempo, Cruz Roja ya ha practicado 26.000 pruebas en 300 escuelas, que se suman a las 13.000 realizadas por Open Arms.

Los Departamentos de Salud y Educación coincidieron en la necesidad de pedir la colaboración de estas entidades para no cargar más trabajo en los centros de atención primaria. La consejera de Salud, Alba Vergés, habló de la necesidad de “proteger la primaria” ante el crecimiento de contagios y de la necesidad de practicar PCR, muchas de las cuales se realizan en los CAP. “Detrás de las pruebas también hay mucho trabajo de gestión”, destacó Vergés.

Por su parte, Bargalló también ha pedido responsabilidad. “Ojalá la sociedad mantuviera las medidas que toma la escuela. Si la gente que nos reclama seguridad, mantuviera las medidas en casa o a nivel social, no estaríamos donde estamos. Esto no es un reproche, es un grito”.