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El Ayuntamiento sevillano de Coria del Río ordena un proyecto de descontaminación a la gasolinera cuyos suelos tóxicos afectan a 4.000 vecinos

Los residentes recriminan la tardanza del consistorio en adoptar medidas que perimitan limpiar el aire contaminado desde hace dos décadas

Ayuntamiento Coria del Río descontaminación
Eva Saiz

El Ayuntamiento de Coria del Río ha ordenado a la propietaria de la gasolinera responsable de la emisión de los gases tóxicos que los 4.000 vecinos de la barriada Guadalquivir, de ese municipio sevillano, llevan respirando desde hace 20 años, que presente un nuevo proyecto de descontaminación de los suelos. Esta decisión llega después de casi un lustro de vaivenes judiciales y administrativos en los que la asociación de vecinos afectados no ha cejado en alertar sobre la insoportable angustia que supone vivir sometidos 24 horas a un aire irrespirable que conlleva graves afecciones para su salud. “Nos están dejando morir, no contamos para nada ni para nadie”, se lamenta Rogelia Gómez, su presidenta.

La resolución, fechada el 16 de octubre, da tres meses de plazo para la propietaria de la gasolinera, Zamarrilla Inversiones SL, para que presente el proyecto de descontaminación y es muy clara sobre los contaminantes que deben eliminarse: benceno, tolueno, eibenceno y xileno -productos que el informe de la Fiscalía de Medio Ambiente de principios de enero indica que tienen “efectos negativos para la salud como los agudos y crónicos en el sistema nervioso central […] cefalea, náuseas, mareo, desorientación, confusión e inquietud, leucemia mielógena aguda, pérdida de consciencia, depresión respiratoria, irritación respiratoria, palpitaciones, mareos…”, todas las enfermedades que están padeciendo los residentes de la barriada-; hidrocarburos totales del petróleo, hidrocarburos aromáticos policíclicos y etil-ter-butil-eter.

También se indica que el objeto de la protección de ese proyecto son “la salud de los trabajadores” y la “potencial afección al río Guadalquivir”. La Fiscalía ya advertía en su informe que los vertidos de los tanques de la gasolinera habían provocado un “daño sustancial” en la calidad de aguas subterráneas y de las superficiales del Gudalquivir, a cuyo cauce van a pasar esas aguas subterráneas.

Zamarrilla Inversiones ya presentó un proyecto de descontaminación voluntaria en marzo de 2021 ante la Delegación de Sostenibilidad y Medio Ambiente, una iniciativa que determinó al Ayuntamiento de Coria a archivar el procedimiento de declaración de suelos contaminados de los terrenos en los que se ubica la gasolinera. Esta decisión resultó incomprensible para los vecinos que la recurrieron. La Sección Tercera de la Sala de lo Contencioso Administrativo de Sevilla les dio la razón dos años después, y el 15 de noviembre de 2023 ordenaba al consistorio que declarara el suelo contaminado. La administración tardó todavía un año en cumplir con este mandato, algo que hizo el 21 de noviembre de 2024.

Paralelamente, Zamarrilla Inversiones había desarrollado su proyecto de descontaminación voluntaria, pero de una manera poco diligente, de acuerdo con el informe emitido en agosto de 2024 por la Agencia de Medio Ambiente de Andalucía. En ese documento se constataba que los suelos seguían “soportando niveles de contaminación inaceptables, muy por encima de los límites fijados” y se advertía de que la empresa no estaba realizando los controles de seguimiento de manera adecuada ni había delimitado correctamente el perímetro del suelo afectado por la contaminación”.

Pese a estas conclusiones, el Ayuntamiento no consideró necesario exigir una mayor atención a la empresa, por entender que el control correspondía a la Delegación Territorial, y tampoco entendió que, tras la declaración de suelo contaminado, debía encargar a Zamarrilla Inversiones un nuevo proyecto de descontaminación, tal y como explica el consistorio en el escrito de este 16 de octubre. Sin embargo, una resolución de la Administración regional de 21 de abril de este año daba por archivado ese proyecto voluntario precisamente por haberse producido la declaración de contaminación con posterioridad. Aunque el consistorio coriano ha alegado en estos meses que ese plan voluntario es compatible con la declaración municipal y que no sería necesario encargar un nuevo proyecto, finalmente, y obligado por otra resolución del Juzgado Contencioso-administrativo número 2 de Sevilla, ha debido exigir a Zamarrilla Inversiones la presentación de un nuevo proyecto de descontaminación.

El Ayuntamiento considera que los recursos por parte de la Junta “no parecen acordes a los principios de cooperación y coordinación administrativa”. Una apreciación que ha sido duramente criticada por el grupo socialista de Coria del Río, que ha advertido de que “el conflicto administrativo entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía, derivado del archivo del expediente autonómico, no puede ser excusa para seguir demorando la descontaminación efectiva de los terrenos”.

Para Rogelia, los obstáculos y las demoras por parte del consistorio coriano en cumplir con todas las disposiciones judiciales y administrativas que tienen que ver con los tóxicos que están asfixiando su día a día, evidencian el “desinterés del Ayuntamiento por nosotros desde que empezamos a denunciar lo que nos estaba pasando”. “Ahora parece que está empezando a reaccionar, pero el alcalde ha despreciado lo que nos sucedía hasta el punto de asegurar que estábamos confundiendo los olores”, indica la presidenta de la asociación en referencia a las palabras que el regidor, Modesto González (Andalucía X Sí), pronunció después de conocer que la justicia le ordenaba declarar los suelos como contaminados.

La lucha de los vecinos no cesa. El próximo 27 de octubre se encontrarán con responsables de la Consejería de Medio Ambiente y la de Sanidad para conocer el resultado de las mediciones de la calidad del aire que se han realizado a lo largo de este verano y el seguimiento del resto de los compromisos que se adoptaron en la reunión del grupo de trabajo del Parlamento creado para diagnosticar el problema de la emanación de gases y acompañar a los habitantes de la barriada en sus problemas de salud. “Nosotros no podemos respirar”, insiste Rogelia, que, un día más se ha levantado con dolor de cabeza horas después de regresar de urgencias porque a su hija le habían dado mareos por la noche.

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Sobre la firma

Eva Saiz
Redactora jefa en Andalucía. Ha desarrollado su carrera profesional en el diario como responsable de la edición impresa y de contenidos y producción digital. Formó parte de la corresponsalía en Washington y ha estado en las secciones de España y Deportes. Licenciada en Derecho por Universidad Pontificia Comillas ICAI- ICADE y Máster de EL PAÍS.
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