El PSOE se queda sin margen en Extremadura y ratificará a su líder como candidato, pese a estar procesado
El adelanto de los comicios fuerza la máquina en el partido, que decidirá sin primarias la designación de Gallardo

El adelanto electoral de María Guardiola en Extremadura ha dejado al PSOE sin demasiado margen de maniobra sobre su candidatura a la Junta. La pregunta que agita al partido, en una comunidad en la que el PP jamás ha gobernado dos legislaturas seguidas, es cómo encarar una campaña con un candidato procesado. El comité regional ratificará este miércoles la elección para la presidencia de la Junta de Miguel Ángel Gallardo, el sucesor de Guillermo Fernández Vara como secretario general desde marzo de 2024, inmerso en la causa judicial contra David Sánchez, el hermano del presidente del Gobierno, por su contratación en la Diputación de Badajoz que presidió durante 10 años, hasta el pasado mayo. Un proceso que en ningún caso estará resuelto antes del 21 de diciembre. “Guardiola no quería Presupuestos, lo que quería eran elecciones”, acusó Gallardo, en una comparecencia en la sede del PSOE extremeño en Mérida, a la baronesa del PP de utilizar las cuentas autonómicas como “una coartada para justificar una decisión previamente tomada” mientras apelaba al PSOE a presentarse a los comicios “fuerte, con lo mejor del partido y sin personalismos”.
Gallardo se afanó en transmitir un mensaje de ánimo en el escalafón de una federación acostumbrada a gobernar y que este jueves no se había recobrado del shock de elecciones que los socialistas afrontarán a la defensiva por el horizonte judicial. “El objetivo de quienes perseguían que se celebrase este juicio ya está conseguido. La intencionalidad política salta a la vista. Buscaban desmovilizar a nuestra base electoral. Habrá que ver si somos capaces de activar a nuestro electorado más ideologizado”, asegura sobre el panorama que se avecina un miembro de la dirección autonómica que respalda a Gallardo. La esperanza es que Guardiola no logre la mayoría absoluta y siga dependiendo de Vox. “Si el resultado es salvable, bravo por Miguel Ángel, pero si no lo es... Tocará asumir responsabilidades”, observa un diputado en la Asamblea de Extremadura, donde ni los más optimistas creen que se pueda ganar el 21 de diciembre, aunque sea insuficiente para gobernar, como ya les sucedió con Fernández Vara en 2023. “Nos vamos a inmolar, los mítines con Pedro Sánchez van a ser un poema, la campaña va a estar condicionada por los tribunales”, advierte otro dirigente crítico que, como el resto de cuadros discrepantes, coincide en que la federación guardará las formas y cerrará filas con Gallardo “hasta que canten los Niños de San Ildefonso”. Es decir, hasta el 22 de diciembre, el día del Gordo de Navidad.
La convocatoria con la que Guardiola sacudió el tablero político, con el pretexto de que la oposición le tumbaba los Presupuestos, aunque las enmiendas a la totalidad no habrían prosperado este martes por los vetos cruzados entre PSOE, Unidas Podemos y Vox, y la tramitación parlamentaria habría seguido adelante con la negociación de las enmiendas parciales. El anticipo ha forzado la maquinaria de los socialistas. El proceso para formalizar la candidatura de Gallardo se resolverá a toda velocidad, en solo dos días: la ejecutiva del PSOE extremeño aprobó este martes, por unanimidad, solicitar a Ferraz la “excepcionalidad” de no tener que escoger a su cabeza de lista en primarias por las urgencias del calendario. En la sede federal del PSOE, Rebeca Torró, secretaria de Organización socialista, ha dado su visto bueno a la decisión.
El otro motivo es que a nadie le interesa reabrir las heridas, aún sin cicatrizar, que dejaron los dos procesos orgánicos en los que Gallardo se impuso como líder territorial. “Va a ir a las elecciones con una provincia en contra”, advierte un crítico, que destaca que fue reelegido el pasado enero por un 62,61% de los votos -seis puntos más que 10 meses antes- pero su adversaria, Esther Gutiérrez, ganó en la provincia de Cáceres (64,34%). “Toca esto, Guardiola nos ha dejado sin margen de maniobra. Yo no apoyé a Miguel Ángel, pero somos una federación con una tradición y unos valores muy fuertes. Toca arrimar el hombro, aunque las circunstancias no inviten al entusiasmo”, confía “resignado” otro parlamentario de la Asamblea de Extremadura. Gallardo arrastra además la polémica que suscitó su incorporación en mayo al Parlamento regional, obteniendo así el estatus de aforado, tras conocerse su procesamiento por las presuntas irregularidades cometidas en la contratación de David Sánchez.
El secretario general del PSOE extremeño insistió ayer en que la decisión del adelanto “no se ha tomado en Extremadura, sino en Madrid”, y acusó a Guardiola de “traicionar a su tierra” siguiendo “las órdenes de [Alberto Núñez] Feijóo y Génova”. Gallardo calificó el balance de gestión del Ejecutivo de Guardiola, que depende de Vox, como “un fracaso manifiesto” para la región y le reprochó haber “destruido mucho y construido nada”. Como ejemplos puso la derogación de la Ley de Memoria Democrática, las promesas incumplidas a docentes y enfermeras y el deterioro del Servicio Extremeño de Salud. “Tiene razón, la lástima es que nos va a resultar muy difícil capitalizar todo ese descontento”, piensa un alcalde. Los socialistas se aferran a que presiden las dos diputaciones y una estructura municipal en la que gobiernan en la mitad de municipios extremeños.
Antes de que la ejecutiva regional otorgase su confianza a Gallardo, el presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales, hizo un llamamiento a la unidad interna del PSOE de Extremadura y reclamó que se dejasen a un lado los “personalismos”. “Debemos aprender de los errores, hacer autocrítica y poner en el valor fundamental de la política a los ciudadanos, más que a los intereses personales de cada uno. Los ciudadanos son lo importante aquí”, incidió en lo que se interpretó como una crítica. “Coincido con Miguel Ángel, tenemos que ir fuertes con lo mejor del partido y, además, sin personalismos. Aquí de lo que se trata es de que el Partido Socialista presente al mejor equipo, y estoy convencido de que lo vamos a hacer, porque tenemos el mejor banquillo”, le contestó Gallardo.
El siguiente paso de la federación, después de que le ratifique, será la elaboración de las listas a la Asamblea de Extremadura. El PSOE dispondrá para confeccionarlas hasta el 12 de noviembre y Gallardo ya dejó claro que su intención es que haya cambios en una bancada cuya lealtad no tiene garantizada porque la ha heredado de su predecesor, Fernández Vara. La muerte del expresidente autonómico a principios de octubre ha dejado aún más tocado el ánimo de los socialistas. “Las listas no las decide el secretario general. Las listas las elegimos el conjunto de la organización (...) Pero si me pregunta qué habrá cambios, pues lógicamente en todos los partidos con fuerza, ilusión, ganas, energía y con banquillo siempre hay renovación”, afirmó Gallardo. El sector crítico lo entendió como un aviso a navegantes: “Las listas pueden ser una guerra civil”.
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