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Cae el Buque, el narco que tenía atemorizada a media Canarias

José Almeida, de 39 años, ha sido arrestado junto a 17 miembros de una red dedicada al narcotráfico

El miedo que generaba José A. C., de 38 años, conocido como José el del Buque y su habilidad para desvincularse de las actividades del narcotráfico, hicieron que este hombre corpulento, combatiente de artes marciales mixtas, no haya pisado una dependencia policial como investigado en los últimos diez años, a pesar de ser “un objetivo prioritario para las policías europeas”. Una operación de Policía Nacional y Guardia Civil, ha roto esa racha. 17 miembros de su organización, entre ellos su mano derecha y un segundo cabecilla, además de él, han sido detenidos por una investigación en manos de la Audiencia Nacional, que ha contado con el impulso de la Fiscalía Antidroga, y que les investiga por delitos de tráfico de drogas y organización criminal.

“Se le conoció como el señor de la droga de Canarias. Básicamente, porque era el número uno, todo lo que entraba en la isla o lo autorizaba o lo robaba”, explican fuentes conocedoras de la investigación que le han seguido la pista por narcotráfico, robo de alijos a otras organizaciones y por encargos para sacar droga de otras embarcaciones. Su fama se había quedado en los despachos policiales y en el Archipiélago hasta el pasado marzo, cuando su esposa y su hijo de 19 años fueron secuestrados en su chalé de lujo al sur de Gran Canaria. En esos momentos, los investigadores ya llevaban meses detrás de su organización. Aunque la Policía intervino en el secuestro, él “medió por su cuenta” con las personas que habían retenido a su esposa y que fuentes policiales relacionan con el robo de un cargamento de droga. Fueron liberados en 48 horas y en mayo se detuvo a cinco personas.

La red de El Buque, con una estructura piramidal, funcionaba basándose en relaciones “casi familiares”. “Su ley impera a través de la violencia, pero también en que muchos son hermanos, familiares, amigos de toda la vida, que se han criado juntos”, cuentan sobre los miembros de la organización. De hecho, la operación se bautizó Lazos de sangre-Bucarte. José el del Buque recibió su apodo del barrio en el que creció, uno de los más humildes de Las Palmas de Gran Canaria. La zona conocida como Buque de Guerra, formada por bloques de infraviviendas construidos por el régimen franquista, se convirtió en los ochenta en epicentro de menudeo de droga. El último de estos bloques se derribó en 2002.

Lo más difícil era encontrar una fisura en una red que se rodeaba de numerosas medidas de seguridad, como el uso de plataformas de mensajería encriptadas o teléfonos satelitales. La oportunidad llegó con dos intervenciones en el mar en las que lograron rescatar parte del alijo que los miembros del grupo de El Buque estaban llevando a tierra. En la primera, en noviembre de 2024, interceptaron una lancha y sus ocupantes tiraron el cargamento de cocaína por la borda para bajar el peso y ganar velocidad. Se metieron por una playa y huyeron. Pero quedó la embarcación y lograron recuperar 100 kilos de cocaína. El resto de la tonelada que calculan que llevaba se fue al fondo del mar. En la segunda ocasión, el pasado febrero, ocurrió algo similar, pero con un cargamento de hachís que estiman en dos toneladas y del que rescataron otros 100 kilos. Los investigadores subrayan la importancia de haber logrado las evidencias para implicar a la organización y sobre todo a El Buque, después de tanto tiempo siguiendo sus movimientos.

Aunque esta investigación comenzó hace apenas un año, le tenían en el punto de mira desde hace tiempo. De hecho, se le vincula con dos accesos al Puerto de Gran Canaria para rescatar cargamentos de droga de contenedores en 2019 y 2022 en los que constataron que tenían un plan de huida utilizando propulsores submarinos y lanchas rápidas, respectivamente. El delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, destacó que José el del Buque, se entregó por la “presión” de la propia investigación. Otras fuentes consideran que quizás pretendía demostrar que no tenía riesgo de fuga, aunque a pesar de ello, se decretó su ingreso en prisión provisional.

Las detenciones se han realizado en Las Palmas de Gran Canaria, La Gomera, Fuerteventura y se han intervenido cuantiosas sumas de dinero y 14 inmuebles, además de 38 vehículos de alta gama y 24 embarcaciones, según han informado la Guardia Civil y la Policía Nacional. El grupo tenía vínculos internacionales, que todavía se están investigando, por lo que no se descartan nuevas detenciones.

Los agentes han contado con la colaboración de la Agencia Nacional del Crimen del Reino Unido (NCA, en sus siglas en inglés), la Agencia Antidroga de Estados Unidos (Drug Enforcement Administration, DEA), Europol, el Centro de Análisis y Operaciones Marítimas en materia de Narcotráfico (MAOC-N), con sede en Lisboa, y el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO).

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