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Feijóo desconcierta a sectores del PP con una llamada a la moderación en plena escalada para frenar a Vox

“Orden y contraorden es igual a desorden”, opinan voces de la Junta Directiva tras oír al líder pedir “sentido común” después de días endureciendo el tono

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, preside la Junta Directiva Nacional del PP celebrada este lunes en Madrid.

El auge de Vox sobrevoló este lunes la reunión de la Junta Directiva Nacional del PP. El máximo órgano entre congresos del partido se dio cita en Génova en un momento de nervios en el PP por el crecimiento de los ultras en las encuestas, mientras la izquierda también se está movilizando por la causa palestina y las protestas contra Israel lograron el domingo suspender el final de la Vuelta a España. A primera hora de la mañana, antes de la reunión de la Junta, Alberto Núñez Feijóo había acusado a Pedro Sánchez de “alentar actos de violencia” por su apoyo a esas concentraciones, en un discurso de máxima confrontación con el presidente socialista. Sus palabras iban en la misma línea del aumento de la escalada contra el Gobierno con la que ha arrancado el curso político el PP, presionado por el auge de Vox. Por eso, el líder del PP sorprendió después a algunos sectores del partido cuando, en su intervención ante la plana mayor del PP, hizo una llamada a la moderación frente a los extremos. “Orden y contraorden es igual a desorden”, advierten algunas voces de la Junta Directiva popular.

Después de un arranque de ruido y furia, que tuvo su punto álgido cuando Feijóo publicó en Instagram el “me gusta la fruta” que Isabel Díaz Ayuso inventó para llamar “hijo de puta” a Pedro Sánchez, este lunes el líder del PP pidió a los suyos bajar el suflé. Feijóo responsabilizó al Gobierno de buscar la división en la ciudadanía y de convertir la política española en un “foco de toxicidad”. Y, frente a ello, reclamó a los principales dirigentes del PP que contrapongan el “sentido común”. “El sentido común no es indefinición ni indecisión. No lo es cuando el extremismo se apodera del país. El sentido común es fortaleza”, reflexionó en su discurso en la Junta. “Llevarlo todo al extremo siempre nos está desgarrando como nación. Desgarra la sociedad y puede tener consecuencias nefastas como hemos visto en otros lugares del mundo”, razonó.

El mensaje, según lo entendieron muchos de los presentes, se traducía en que el PP no debe “perder el espacio del centro”, pese a que es la dirección nacional la que ha endurecido el tono en las últimas semanas alejándose del centro. “El mensaje es que nosotros tenemos que ir a lo nuestro, sin mirar a Vox, y representar la sensatez y las posiciones equilibradas”, interpreta un miembro de la junta. Sin embargo, esa apelación provocó desconcierto en algunos sectores del partido, que lo encontraron “contradictorio” con el aumento de la escalada y creen que provoca confusión entre los cuadros, que no saben a qué atenerse.

El PP se había desayunado este lunes con una nueva encuesta que dispara a los ultras. El sondeo publicado en Abc de Gad3, uno de los institutos demoscópicos más próximos al PP, deja a los populares con los mismos 137 diputados que lograron en 2023 ―ni uno más, pese a todas las dificultades que rodean al Gobierno progresista― mientras escala a Vox hasta 60 escaños, 27 más de los que tiene ahora. “Es muy complicado no ponerte nervioso, la bronca beneficia a Vox porque recibe el voto del cabreo, y Sánchez lo alimenta porque entre ambos nos están haciendo una pinza”, analiza un dirigente.

El resultado es una estrategia titubeante que a veces contenta a unos y a veces a los otros. Este lunes, las apelaciones a la moderación de Feijóo cayeron bien en las baronías más moderadas. “No hay que perder el centro político, ni dar bailes”, señalaba un líder territorial del PP tras escuchar a su jefe en la sede de Génova, al mismo tiempo que manifestaba su “preocupación” por la subida de Vox en las encuestas. Y apelaba a no perder el rumbo en el discurso por los sondeos, además de esperar con calma a que bajé el suflé de los ultras, sin aspavientos. “Yo no soy partidario de los tonos altos ni de subir mucho el ruido”, indica en esa línea un presidente autonómico.

El problema también para Feijóo es que en el PP conviven diferentes sensibilidades y está obligado a hacer una síntesis de todas ellas. Se vio este lunes, otra vez, con la masacre palestina. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, describió las protestas propalestinas en Madrid del domingo como “Sarajevo en guerra”. Mientras, el presidente de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, puso el acento en que la situación en Gaza es “completamente inaceptable”.

Fuera de los micrófonos, en su discurso a puerta cerrada, Feijóo pidió al PP “no caer en distracciones” ni “en cortinas de humo”, como el de la Vuelta a España.

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