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El Gobierno pone a España a la cabeza de la presión a Israel por el “genocidio” de Gaza

Sánchez presiona a la UE: “¿A qué espera Europa para suspender los acuerdos con Israel?“. Netanyahu veta a Díaz y Rego y España llama a consultas a su embajadora

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su comparecencia este lunes en el Palacio de la Moncloa.Foto: J.P.Gandul (EFE) | Vídeo: EPV

España fue la avanzadilla en la UE en el reconocimiento de Palestina, que ahora se va extendiendo, y vuelve a serlo en las sanciones, bloqueos y sobre todo en la subida de tono del discurso frente a los ataques de Benjamín Netanyahu en Gaza, que ya han dejado más de 60.000 muertos. España va más lejos que nadie en Europa en este asunto. Pedro Sánchez y Yolanda Díaz han pactado un endurecimiento del tono, que el presidente formalizó al hablar en La Moncloa, de la manera más solemne posible, de “genocidio”.

Esta palabra estará, según fuentes del Ejecutivo, en el decreto ley con las sanciones y el bloqueo total de comercio de armas con Israel que aprobará el Consejo de Ministros, pero no este martes, como se pensaba inicialmente, sino la semana que viene, porque hay cuestiones técnicas por pulir. El corazón del decreto será el embargo de armas, pero habrá otras medidas que irán como acuerdos de Gobierno que no requieren de tramitación parlamentaria y que sí está previsto que se aprueben este martes como la prohibición de usar puertos y aeropuertos españoles de cualquier cargamento, incluido combustible, que pueda servir para la guerra en Gaza, la prohibición de importar productos provenientes de asentamientos ilegales en Gaza y Cisjordania, y el veto a la entrada en territorio español de cualquier responsable “del genocidio”, esto es gobernantes y militares israelíes, desde Netanyahu a todos sus ministros.

Sánchez decidió dar un salto muy significativo, de forma acordada con Díaz, que incluso fue declarada persona non grata por el Gobierno de Bejamín Netanyahu y no podrá entrar en Israel. Y lo llevó al extremo incluso de parafrasear a Hanna Arendt, la filósofa judía que habló de la banalidad del mal en su libro sobre el juicio en Jerusalén contra Adolf Eichmann, uno de los principales organizadores del holocausto, para usar esa idea contra Netanyahu. Sánchez garantizó que España “no va apartar la mirada de la barbarie y no va a participar de este ejercicio cotidiano de banalización del mal”.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este lunes durante su comparecencia en La Moncloa.

El presidente, que según su entorno lleva tiempo pensando en este giro y constantemente pregunta a sus colaboradores qué más se puede hacer ante una cuestión que conmueve profundamente a diario a millones de españoles, está dejando de lado el tono diplomático y muestra su indignación con los socios europeos que siguen resistiéndose a medidas más drásticas con Israel por la masacre de más de 60.000 personas. “¿A qué está esperando Europa para suspender” el acuerdo de asociación con Tel Aviv?, se pregunta el presidente español.

Aún a riesgo de generar consecuencias diplomáticas y geopolíticas —EE UU y otros países relevantes como Alemania apoyan claramente a Israel— Sánchez y Díaz han decidido profundizar en una línea que genera mucha cohesión dentro del Ejecutivo —Sumar quiere ir más allá y directamente romper relaciones con Israel, pero este lunes ya se llamó a consultas a la embajadora en Israel— y también que tiene un gran apoyo en toda la sociedad española, no solo entre los progresistas.

De hecho, una dirigente importante del PP como la presidenta de Extremadura, María Guardiola, también clama contra Neyanyahu: “Alzo la voz ante la barbarie y el horror que se está viviendo en Gaza. No podemos permanecer indiferentes ante tanto sufrimiento”, dijo.

Pero el acuerdo en este asunto con la cúpula del PP parece también inviable. Hamás, responsable de los atentados del 7 de octubre que Sánchez condenó de nuevo este lunes, decidió hacer un comunicado para aplaudir la decisión del presidente español de aprobar un embargo de armas a Israel y en el mismo día reivindicar un atentado mortal en este país. Y ese movimiento fue aprovechado por el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, para vincular a Sánchez con Hamás y centrarse así en la crítica al presidente y no en posibles acuerdos sobre esta posición endurecida. “Los terroristas de Hamás han aplaudido hoy a la vez un atentado y a Sánchez. Una vez más. Esto es una barbaridad de la que tiene que desmarcarse inmediatemente”, dijo Feijóo. El Gobierno, como sucede siempre, ya había “condenado tajantemente el atentado terrorista en Jerusalén Este”.

Sánchez insiste en que es perfectamente compatible condenar los atentados de Hamás y de cualquiera y a la vez el “genocidio” que está perpetrando el Gobierno israelí en Gaza. “Una cosa es proteger a tu país y otra muy distinta, bombardear hospitales y matar de hambre a niños inocentes. 60.000 muertos, dos millones de desplazados de su hogar, la mitad menores, hambrunas. Esto no es defenderse, no es ni siquiera atacar, es exterminar a un pueblo indefenso y quebrantar todas las leyes del derecho internacional”, clamó el presidente.

“Cuando puedan entrar los medios de comunicación internacionales en Gaza nos daremos cuenta de que estamos asistiendo a una de las etapas más oscuras del siglo XXI que acaba de empezar. La historia no va a juzgar la indiferencia con matices, la historia va a ser implacable. España no puede ser cómplice de esta barbarie. Todas las medidas que hemos tomado sitúan a nuestro país en el lado correcto de la historia”, remató.

Para Sumar, este asunto es decisivo. La batería de medidas contra Israel, una de las banderas del grupo de Yolanda Díaz, son un éxito para Sumar en una semana difícil en la que se vota en el Congreso la reducción de la jornada laboral, su proyecto estrella, con el riesgo de que Junts tumbe incluso su tramitación y le corte así las alas de primeras. Sumar ha elevado la presión desde el jueves pasado para tratar de aprobar varias sanciones que cercaran al Ejecutivo israelí. Ese día, el socio minoritario trasladó tanto a los medios como a la parte socialista del Gobierno un paquete de cinco medidas que incluían desde la retirada de la embajadora española en Israel, Ana María Salomón, hasta la declaración de persona non grata a Netanyahu.

También pedían acelerar el embargo de armas, inicialmente previsto en una ley que está en tramitación en el Congreso; prohibir la entrada del primer ministro israelí a territorio español; e impedir el uso de aeropuertos y puertos españoles para el tránsito de armas con origen o destino a Israel. Varias de las propuestas se encuentran finalmente entre las nueve medidas adoptadas por el Ejecutivo.

Fuentes de la negociación trasladan que las conversaciones se dieron en este caso entre los gabinetes de ambos socios y el sábado la decisión ya estaba tomada sin que hubiera sido necesaria la intervención de Sánchez y Díaz para desbloquear nada. “Hoy damos un paso muy importante”, defendió la vicepresidenta en una entrevista en La Sexta en la que sí pidió ir más allá para lograr una ruptura total de las relaciones con Israel. Una reclamación que secundó también el líder de IU, Antonio Maíllo, cuya formación mantiene históricamente una posición muy dura con Israel y pidió elevar estas sanciones a la UE para su “debate y aprobación”.

Tanto Díaz como la titular de Juventud e Infancia, Sira Rego, se refirieron a la prohibición de entrar en Israel decretada este lunes como un “orgullo”. “Hoy se justifica más que nunca romper relaciones”, afirmó la líder de Sumar. “Es una estrategia del Estado genocida de Israel para criminalizar cualquier disidencia y opinión que señale la barbarie que perpetran contra el pueblo de Palestina”, aseguró Rego en la Cadena SER. Podemos, por su parte, ha planteado en varias ocasiones que para negociar Presupuestos exigirá la ruptura de relaciones con Israel. El Ejecutivo ha llamado a consultas a la embajadora, un gesto diplomático duro, pero fuentes de Exteriores señalan que romper relaciones sería contraproducente y malo para los palestinos, porque se pierde una interlocución para buscar soluciones. De hecho, recuerdan, ningún país árabe lo ha hecho, ni siquiera la Autoridad Nacional Palestina, y eso que su choque es aún más fuerte con Israel.

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