Mapa | ¿En qué barrios viven los colombianos en España? Son los extranjeros que más han aumentado desde la pandemia
Un mapa calle a calle permite identificar dónde se concentran más de 850.000 nacidos en Colombia. Su número ha crecido un 60% desde 2021.
Los colombianos se han convertido en la segunda diáspora en España. Según los datos del INE, a principios de 2024 ya eran 856.616 los nacidos en Colombia, solo superados por los de origen marroquí. Ayer celebraron su día nacional con eventos en varias ciudades españolas.
El gráfico muestra la evolución del número de residentes en España nacidos en distintos países desde 2002. La población colombiana creció con la recuperación económica a partir de 2017, se estancó durante la pandemia y se disparó en 2021. Desde entonces, ha pasado de 530.000 a 856.000 personas, un 60% más.
Raúl Piñeres, que trabaja como desarrollador en Barcelona, es uno de los 856.000. Llegó hace dos años, siguiendo el rastro de varios compañeros de universidad que ya habían emigrado, en un momento en que el flujo de personas que dejan Colombia alcanzaba máximos históricos: “Ellos consiguieron trabajo antes que yo, y sus historias sobre la vida en España me motivaron muchísimo.”
Raúl no tiene nacionalidad española, como el 70 % de sus compatriotas en el país. Esta situación puede limitar sus opciones laborales: “Mi visado está vinculado a mi empleador actual. Si renuncio o cambio de trabajo, tendría que iniciar de nuevo el proceso de vinculación con la nueva empresa”, explica.
¿Dónde viven?
Los datos del INE permiten conocer en qué barrios viven los colombianos en España. En el siguiente mapa puede consultarse qué porcentaje representan sobre el total de población en cada sección censal (áreas que agrupan a unas 1.500 personas, aproximadamente).
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Buceando por el mapa se observa a simple vista un patrón: los colombianos se concentran sobre todo en las áreas metropolitanas. Este efecto es aún más claro si analizamos su presencia en municipios de distintos tamaños y lo comparamos con la distribución de otros extranjeros.
En localidades de menos de 1.000 habitantes, los colombianos representan apenas el 0,72 % del total de vecinos, mientras que en las ciudades de más de 100.000 habitantes alcanzan el 2,23 %, tres veces más. Este patrón es similar al de los venezolanos, pero contrasta con el de los marroquíes, cuya presencia destaca en municipios de entre 10.000 y 100.000 habitantes, donde son el 2,8 % de la población.
El carácter marcadamente urbano de esta migración se explica también por el perfil de los nuevos migrantes, como señala Rosa Aparicio, catedrática de Sociología en la Universidad Pontificia Comillas: “En los últimos años viene sobre todo gente de nivel medio o medio alto, profesionales, a menudo universitarios, que sí tenían un trabajo en Colombia. Han podido formarse en su país de origen y buscan salir para mejorar sus condiciones de vida.”
Esta emigración pospandemia difiere de la oleada anterior, a comienzos de los años 2000. Entonces, una tasa de paro del 15 % empujaba a emigrar sobre todo a personas de rentas más bajas. Aparicio, nacida en Colombia, lo percibe tanto en los datos como en su experiencia personal: “Cuando iba allí una temporada, antes de 2005, desde la peluquera hasta el taxista te decían que querían dejarlo todo y venir a España.”
Valencia es la primera gran ciudad donde los colombianos constituyen la principal comunidad extranjera: ya son el 3,1 % de la población. En Palma y Alicante, donde alcanzan el 4,1 %, también son el grupo más numeroso. En la mayoría de las grandes urbes del país, su aumento en los últimos tres años ha sido excepcional. En Madrid, por ejemplo, han pasado de 60.000 a casi 96.000 personas, un 60 % más.
Aunque en términos absolutos es en las grandes ciudades donde más colombianos residen, su presencia destaca también en decenas de municipios medianos. En Arrecife, capital de la isla de Lanzarote, el 13 % de la población —uno de cada ocho vecinos— nació en Colombia. Hoy son un 41 % más que hace tres años.
En varios municipios valencianos el crecimiento reciente ha sido aún más pronunciado. En Silla, Catarroja, Sedaví o Benetússer, la población colombiana se ha duplicado en tres años y ya supera el 3 % del total.
Sus problemas son, por tanto, muy parecidos a los de otros habitantes de las grandes ciudades. Los colombianos con los que hemos hablado para este reportaje coinciden en señalar la dificultad para encontrar vivienda y el alto coste de la vida cotidiana.
Felipe González, de 32 años, es analista político y vive en el barrio de La Concepción, en Madrid. Estudió en España y regresó a Colombia, hasta que decidió mudarse de forma definitiva con su pareja. Aunque llegó con trabajo, notó enseguida que “las oportunidades laborales son escasas y los salarios muy bajos en comparación con el costo de vida”. Encontrar vivienda tampoco fue fácil: “El mercado no protege a los inquilinos y, como migrantes, nos enfrentamos a barreras adicionales”.Aun así, se muestra satisfecho con su decisión: “Me he sentido bienvenido por los madrileños. Factores como la seguridad, el bienestar social, la oferta cultural y la belleza de la ciudad hacen que quiera seguir viviendo aquí”.
Más presentes en barrios de rentas bajas
Es más fácil encontrar a un colombiano en un barrio de rentas bajas que uno de rentas altas de una gran ciudad. En las secciones de menor renta de estas urbes, los colombianos representan el 3% de la población. Si miramos las manzanas más ricas apenas llegan al 1,5%, la mitad.
Es una tendencia que se repite en muchas grandes ciudades del país, sobre todo, Valencia, Madrid, Bilbao, Zaragoza o Alicante. En Barcelona su distribución es más transversal.
Esta distribución es parecida a la de algunos vecinos latinoamericanos como ecuatorianos y peruanos, que también están más presentes en barrios más humildes. Los venezolanos, en cambio, son más transversales en barrios de diferentes rentas y los argentinos se destacan en zonas más ricas.
Esta foto, con los datos más recientes de 2022, podría cambiar. En los próximos años será interesante ver cómo los más de 300.000 nuevos colombianos llegados desde entonces cambian este perfil de renta.
Una de cada siete empleadas colombianas trabaja como empleada del hogar
Los datos oficiales de la Seguridad Social solo muestran ver en qué régimen están afiliados los trabajadores de nacionalidad colombiana (no el total de nacidos en Colombia) y no permiten desglosar su presencia en cada sector.
En 2024, de media, había casi 180.000 colombianos afiliados por cuenta ajena, un 85% del total de afiliados. Su tendencia es creciente y se ha acelerado después de la pandemia con la llegada de nuevos trabajadores.
También crece el número de autónomos y el de empleadas del hogar. En este régimen, donde casi todo el empleo es femenino, hay más de 14.000 mujeres colombianas, un 14% del total de afiliadas de este país. Son la cuarta nacionalidad más común en este sector, detrás de españolas, rumanas y hondureñas.
Mujeres y hombres colombianos afiliados en cada régimen. Afiliados medios anuales.
No hay que olvidar los agujeros de la estadística oficial, las personas que no tienen contratos pero sí trabajan. Es el caso de María Rodríguez, de 45 años. Por su situación prefiere aparecer con un nombre ficticio: está gestionando sus papeles y vive cuidando a personas mayores los fines de semana. Le pagan en negro. Su caso es un ejemplo de una situación a la que apuntaba la socióloga Aparicio. En Colombia era abogada y administradora pública y trabajaba como directora del Concejo Municipal de Medellín y la pandemia la dejó sin empleo. Llegó con la intención de estudiar una especialización en gerencia de proyectos, pero la falta de ahorros y una enfermedad grave complicaron su situación. Tras años de tratamiento cree que, a pesar de su situación, ha venido a España “a volver a vivir”.
Más mujeres y más jóvenes
La mayoría de las personas nacidas en Colombia que viven en España son mujeres. Son 485.000 por los 372.000 hombres colombianos. De todos ellos, el 54% de los colombianos que viven en España tienen entre 20 y 44 años. Si lo comparamos con el total de la población, esa misma franja suma el 30%.
Entre los niños, los nacidos en Colombia están infrarrepresentados. Los de menos de 10 años representan el 4,3% de todos los oriundos de ese país viviendo en España, mientras que entre la población general suman un 7,1%.
Pero a estos jóvenes hay que sumar otro grupo que no sale en la estadística anterior: los niños que nacen en España con un progenitor colombiano. Estos nacimientos se han doblado en los últimos años y han pasado de representar el 1,5% del total en 2016 a casi el 4% en 2023.
¿Por qué se ha disparado el número de llegadas desde Colombia?
En 2024, han salido de Colombia 314.000 colombianos más de los que han entrado. España ya es el destino con mayor saldo migratorio positivo, por delante de México y Estados Unidos: cada año emigran hacia España unos 100.000 colombianos más de los que regresan. La mayoría de quienes se van son jóvenes: según datos de Migración Colombia, el 76 % tiene entre 18 y 40 años.
Las razones de una emigración tan pronunciada son siempre muchas y variadas. Con esta salvedad en mente, Jorge Restrepo, director del CERAC y profesor de economía de la Universidad Javeriana de Bogotá apuntaba a EL PAÍS en 2023 que “la única variable que uno puede decir que influye en eso es la devaluación del peso, porque eso hace muy rentable ganar en el exterior frente a lo que puede ganar una persona con las mismas habilidades en Colombia”. Aunque encarece el costo de viajar, el atractivo de enviar remesas a los familiares que se queden en el país es innegable cuando la tasa de cambio (en el último año, no ha bajado de los 4.000 pesos por dólar).
Hay que recordar además que 2021 fue un año clave en la historia reciente de Colombia: en abril ocurrió el llamado “estallido social”, con protestas masivas que acabaron con muertos en la calle. Aunque la causa principal fue una reforma tributaria del Gobierno, las movilizaciones mostraron un importante descontento en la sociedad. Es un hecho que aparece a menudo en los relatos de los colombianos emigrados a España.
La dureza de la salida de la pandemia y la inseguridad general en el país son argumentos también son muy citadas por los expertos: a pesar de que la criminalidad en el país está lejísimos de los niveles de los años 90, la tasa de homicidios por arma de fuego sigue siendo la segunda del continente tras México (aunque en la estadística oficial falta el dato de Venezuela) y ha repuntado desde 2018.
Rosa Aparicio aporta además dos otros factores relevantes para entender el flujo hacia España. Por un lado, el ‘sueño español’, que ha vuelto con fuerza: “Sobre todo ahora que ir a Estados Unidos es tan complejo, España se ve con un país de grandes oportunidades y mucha gente deja su trabajo en Colombia para buscar uno en España. En algunos casos el sueño acaba en pesadilla: la vida y la vivienda son caras, el trabajo no es el que se esperaba… En esta imagen idílica de España influye también la vida que muchos emigrados muestran en sus redes sociales”.
El otro elemento clave es la presencia de una comunidad fuerte de base: “en España había casi medio millón de colombianos ya antes de la pandemia: es fácil encontrar gente que puede echar un cable a los recién llegados, encontrar una comunidad de personas que vienen de tu mismo país y te ayudan a echar raíces nuevas”.