El PP y socios del Gobierno intentan forzar un adelanto de las explicaciones de Sánchez en el Congreso

En un escenario político de creciente malestar y distanciamiento de varios socios con el Ejecutivo en las Cortes por el contenido demoledor de las informaciones y grabaciones que afectan a los dos últimos exsecretarios de Organización del PSOE, Santos Cerdán y José Luis Ábalos, el PP está intentando forzar una comparecencia urgente e inmediata del presidente, Pedro Sánchez, en el Congreso. El PP quiere que esas explicaciones, que el propio Sánchez ha prometido y pedido, sean tras el pleno ordinario de este mismo jueves. Los plazos para precipitar esa solución habría que acelerarlos tanto y consensuar tantos intereses contrapuestos que esa fecha parece inviable, pero el PP no renuncia y ha hallado aliados en socios habituales del Ejecutivo, todos menos EH Bildu, Sumar y PNV. El Gobierno esgrime para llevar esa sesión hasta el 9 de julio que el presidente está inmerso ya en una ronda de contactos políticos con los grupos esta semana y que tiene una ineludible e intensa agenda internacional. La tensión se ha apreciado al máximo en el inicio del pleno de este martes.

Sánchez anunció este lunes, en su nueva comparecencia en la sede federal del PSOE, que había pedido una comparecencia voluntaria y monográfica en el Congreso en la primera fecha disponible para dar su versión de todo lo que ha sucedido con respecto a Cerdán, Ábalos, y el caso Koldo, tras mostrarse decepcionado con su traición e indignado por el tono y cariz de algunas conversaciones que han trascendido sobre los que aceptó como dos de sus más próximos colaboradores en los últimos 11 años. También asumió que esa petición no podría sustanciarse de manera inminente en días porque tiene en estas próximas semanas y antes de que termine el mes una asamblea de Naciones Unidas en Sevilla, otra de la OTAN en La Haya, un Consejo Europeo, y el Comité Federal extraordinario del PSOE ya fijado para el 5 de julio, donde explicitará los cambios internos que quiere ejecutar en su partido.

Esas explicaciones no han convencido en nada al PP en el Congreso, que no piensa soltar esta presa política, pero tampoco a bastantes socios de la investidura de la investidura de Sánchez y de la legislatura, que quieren desmarcarse cada vez más del Ejecutivo de coalición socialista con Sumar. Algunos, como Sumar y PNV, han entendido las razones aportadas en la Junta de Portavoces por el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas, sobre que el presidente mantiene una agenda internacional intensa y no podría acudir a la Cámara baja tan en breve, pero también han rechazado que la cita se postergue como quiere el Gobierno hasta el 9 de julio, que les parece una fecha demasiado lejana.

Vox, Podemos, Junts, ERC y Compromís suscribieron la propuesta del PP para intentar precipitar la presencia de Sánchez primero modificando el orden del día ya establecido en el pleno agendado para esta semana, algo que hay que consensuar en la Junta de Portavoces por unanimidad —lo que hoy no ha ocurrido—, y luego al plantear la opción de un pleno monográfico que querrían improvisar este mismo jueves al término del ya programado. El PSOE no aceptó esas proposiciones, defendió la fecha del 9 de julio por el apretado y contrastado calendario internacional del presidente y porque entiende que colar esa exposición esta semana, cuando Sánchez ya está inmerso en una ronda de contactos con todos los grupos en La Moncloa, no tiene sentido. Fuentes socialistas apuntaron, además, que el presidente requiere de un poco de tiempo para analizar las propuestas que le puedan formular otros partidos y para articular algunas medidas nuevas que podría anunciar en esa sesión.

Sumar, PNV y Bildu comprendieron el argumento de las tareas institucionales e internacionales del presidente para soslayar el requerimiento de que acudiera ya al pleno este jueves, pero también matizaron que alargar esa presencia hasta el 9 de julio les parece demasiado. El portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián, endureció su réplica dentro de la Junta de Portavoces y luego publicó un tuit con lo que expresó dentro de la reunión: “Nos dicen que el Presidente no puede comparecer YA en el Congreso porque ‘tiene que cumplir con su agenda internacional’. Deberían entender que para seguir cumpliendo con esa agenda internacional debe seguir siendo Presidente”.

Al portavoz del PP, Miguel Tellado, le encantó tanto esa demanda de Rufián que la repitió y agradeció ante la prensa. Y sentenció con su tono brusco habitual al etiquetar al presidente Sánchez como un “forajido zombi” o “un farsante e impostor poco demócrata”: “El que se esconde algo calla, el que calla algo teme”.

El PP no ceja en su intento de forzar la maquinaria reglamentaria del Congreso y la literalidad de algunos artículos del Reglamento de la Cámara y anuncia nuevos intentos de reunir a la Junta de Portavoces del Congreso para lograr una mayoría suficiente con esos partidos socios del Ejecutivo y que se acepte colar ese pleno este jueves o viernes, pero para eso tendría que conseguir que la Presidencia de la Cámara reuniera antes de urgencia a ese órgano, algo que no tiene pensado hacer, según fuentes parlamentarias.

La reunión semanal de la Junta de Portavoces acabó tan mal que la secretaria general del grupo popular, Macarena Montesinos, aprovechó el final para meter en el capítulo de rigor de ruegos y preguntas uno de esos ataques recurrentes del PP a las “mentiras” del presidente del Gobierno y de la presidenta del Congreso, Francina Armengol. El portavoz socialista, Patxi López, harto de ese tipo invectivas en una reunión que no es pública y en teoría más de organización interna pidió que se retirasen esas menciones de las actas. Tellado, del PP, le espetó: “¡Pero tú quién te crees que eres!“. López y la secretaria general socialista, Montse Mínguez, se levantaron y marcharon de la sala. López llamó luego a Tellado ”faltón y maleducado".

Los ánimos no se relajaron y el pleno arrancó a las tres de la tarde con más incidentes, protestas, gritos y cánticos desde las bancadas del PP contra Armengol. Tellado pidió al inicio la palabra para invocar el artículo 68.1 del Reglamento, que estipula que el orden del día “se puede” alterar si lo solicita la presidenta, dos grupos o una quinta parte los diputados. El PP defiende que eso quiere decir que Armengol está obligada a atender esas peticiones a costa incluso de prevaricar si no lo hace. Tellado ha señalado que su grupo acababa de presentar un escrito exigiendo incluir en los asuntos a tratar la posible comparecencia de Sánchez. Armengol ha remitido la solución a la Junta de Portavoces, lo que ha desatado fuertes protestas de los diputados populares, comandadas por el propio Tellado, que ha sido llamado al orden. Luego, otros diputados del PP han intentado la misma estrategia en otros puntos del orden del día y alimentado las ganas de alboroto. “La democracia no consiste en gritar ni insultar”, ha clamado Armengol.