Feijóo descarta una moción de censura: “No voy a dar un balón de oxígeno a Sánchez para que le ratifiquen”
“Parece ser que empezaron robando en las primarias y no han parado de hacerlo”, ha aseguro el líder del PP

Alberto Núñez Feijóo volvía a Madrid en tren esta mañana desde Murcia cuando se hizo público el contenido del demoledor informe de la UCO sobre el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. El líder del PP empezó a leer el documento en el tren, antes de que el convoy se quedara varado media hora en un túnel muy cercano a la estación de Chamartín. Le dio tiempo a leer unas cuantas páginas, pero casi no llega a votar al Congreso. In extremis, y en vaqueros, porque no pudo cambiarse, Feijóo entró en el hemiciclo justo para la votación y para los gritos de “¡Dimisión, dimisión!“ que corearon sus diputados contra Cerdán, quien a primera hora de la tarde ha dimitido de sus cargos: secretario de Organización y diputado.
El PP especulaba en los últimos días con un contenido durísimo del informe de la UCO, pero los detalles también sorprendieron a la cúpula y al propio Feijóo. El jefe de la oposición preparó en el escaño unos minutos su discurso, y salió al pasillo del Congreso a declarar ante los periodistas que la situación es de “extraordinaria gravedad” y que “un ministro europeo no duraría diez minutos después de conocer lo que se ha conocido”. Pese a ello, Feijóo ahuyentó la posibilidad de promover una moción de censura contra Pedro Sánchez de forma inminente. “No vamos a precipitarnos”.
Feijóo se marchó después a la sede nacional de su partido, en la calle Génova, a seguir la comparecencia del presidente del Gobierno junto a su equipo de colaboradores más cercano y la secretaria general, Cuca Gamarra. Tras escuchar a Sánchez, y pese a que sus explicaciones le parecieron “absolutamente insuficientes y decepcionantes” y “un insulto a la inteligencia”, se reafirmó en descartar la moción de censura en este momento. “No voy a dar un balón de oxígeno al señor Sánchez para que le ratifiquen en este momento”, argumentó en una comparecencia pasadas las siete de la tarde en la sede del PP en la calle Génova, en la que hizo un llamamiento a los socios del Gobierno a que reflexionen y “por amor propio” retiren el respaldo a Sánchez. “En el momento que vea alguna posibilidad, la voy a utilizar”, avisó, pero de momento no será proactivo. De hecho, tras el informe de la UCO Feijóo ha sido menos claro que hace dos semanas, cuando mostró su “disposición” a los socios para intentar un acuerdo para desalojar al líder socialista de La Moncloa.
El jefe de la oposición pone el acento en la revelación de que el número tres del PSOE y el exasesor Koldo García amañaron presuntamente las primarias socialistas de 2014 que ganó Pedro Sánchez. “Parece ser que empezaron robando en las primarias y no han parado de hacerlo. Parece ser que su modus operandi era robar votos a sus compañeros y después enriquecerse y mantenerse en el poder", enfatizó Feijóo. La dirección popular remarca en privado que esa presunta manipulación de las primarias implicaría un problema de “legitimidad” de Sánchez de origen, como líder del PSOE. “Queremos escuchar a [Eduardo] Madina, ya que le robaron las primarias”, ironizan en Génova sobre el competidor de Sánchez en aquellas contienda.
Pero pese a toda la gravedad que el PP concede a las revelaciones sobre el número tres del PSOE, Feijóo aleja el escenario de promover una moción de censura inmediata, aunque tampoco la descarta para más adelante. “Tenemos muy claro que no vamos ni a precipitarnos, ni a improvisar”, expresó. Distintas fuentes de la dirección del PP apuestan por esperar como mínimo un par de semanas para valorar los siguientes pasos, sobre todo la posibilidad de una moción de censura, que en el entorno directo del líder no ven a corto plazo. “La presentamos ahora, ¿y luego, qué?“, se pregunta un estrecho colaborador de Feijóo, dando por hecho que la moción fracasaría y que el PP habría perdido una bala de plata para los próximos dos años que en principio faltan hasta las elecciones. “Hay que calibrar muy bien la moción. Si Sánchez la ganara, podría tener el efecto político de reforzarle”, advierte un miembro del comité de dirección.
Lo que sí hizo Feijóo es terminar de romper todos los puentes con Sánchez, anunciando que a partir de ahora no compartirá ningún acto institucional con el presidente del Gobierno. Para empezar, este jueves ha plantado el acto por el 40 aniversario de la firma de adhesión de España a las Comunidades Europeas que presidió el Rey en el Palacio Real.
El líder del PP, en su mensaje en el Congreso y después en Génova, quiso también insistir en esa idea, pidiendo a la ciudadanía que no pierda la fe en la política. “Han empezado robando en las primarias y parece que no han podido dejar de hacerlo. Y esto me avergüenza como político y me avergüenza como ciudadano. Por tanto, no pierdan ustedes la fe en la política y vamos a seguir trabajando”. Los populares temen que fruto de ese clima de hartazgo sea la extrema derecha la que capitalice el descontento ciudadano.
Precisamente para competir con los ultras el líder popular había endurecido su tono al máximo contra el Gobierno en las últimas semanas, hasta el punto de que convocó una manifestación contra Sánchez el pasado domingo bajo el lema “mafia o democracia”. Pese a ello, Feijóo estaba incómodo con las críticas que había recibido por hablar de “mafia” refiriéndose al Gobierno antes de que se conociera este informe de la UCO, hasta el punto de que evitó mencionarlo en su discurso en la protesta.
Pero este jueves, tras las revelaciones de la Guardia Civil sobre Cerdán, Feijóo se vio reforzado en la estrategia que el PP lanzó antes de conocerse hasta qué punto alcanzaba el presunto caso de corrupción en la cúpula del PSOE. “Si alguien tenía dudas de nuestra manifestación, supongo que se han disipado”, dijo ufano. “Si alguien tenía dudas de que considerábamos que había una trama mafiosa detrás del partido del Gobierno y del Gobierno, supongo que se habrán disipado”, apostilló, y se marchó rápido por una escalera lateral del pasillo del Congreso, disculpándose por no llevar un traje completo, como acostumbra.
Por la tarde, ya con el traje y tras un atril en Génova en el que figuraba el lema “Política que sirve”, Feijóo confió en que, aunque él no mueva ficha, Sánchez está acabado. “Estoy convencido de que hay más corrupción”, aventuró ante los periodistas. Consciente de que tiene que gestionar la frustración de la derecha porque no sea capaz de desalojar a Sánchez del poder, Feijóo llamó a los suyos a resistir la travesía hasta unas elecciones que Sánchez aleja a 2027: “Cada gota no mina nuestra moral, nos llena de razones”.
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