Una vaca tira del cable y se tambalea el futuro de una comarca vizcaína
El accidente provocado por el animal en el tendido de fibra óptica deja a centenares de personas sin internet y evidencia la falta de inversión en infraestructuras en la zona más rural de Bizkaia

Los habitantes de los municipios vizcaínos de Karrantza (2.700 habitantes) y Lanestosa (250 habitantes) ya pueden enviar correos electrónicos y realizar llamadas desde el teléfono fijo. La operadora de fibra óptica que da servicio a la zona ya ha restablecido la conexión después de una semana de apagón. “La única forma para realizar gestiones o comunicarnos durante la avería ha sido mediante el móvil, algo de lo que no todo el vecindario dispone”, se lamenta el alcalde del primer pueblo, Raúl Palacio (formación independiente), en alusión a la población de mayor edad, con menos habilidades tecnológicas.
Todo comenzó cuando una vaca que pastaba tranquilamente en una campa se enredó con los cables que cruzaban por encima del prado. Al intentar liberarse, rompió el tendido de fibra óptica, dejando sin servicio a cientos de personas. Hasta que la compañía no pagó los gastos del veterinario, el propietario de la finca no dejó entrar a los técnicos de reparación. El vídeo del animal de pie y esperando a que alguien le liberara de aquella maraña de cobre se ha hecho viral y ha puesto sobre la mesa uno de los principales problemas que sufre la zona: la falta de inversión en infraestructuras.
@la_ser 🐄‼️ Una vaca se enreda con los cables de fibra óptica y deja sin conexión a parte de los vecinos de Karrantza y a todo el pueblo de Lanestosa El animal quedó atrapado por los cuernos el pasado martes en unos cables colgantes en la zona del Alto de Ubal del barrio de Sangrizes, donde un poste de telefonía caído había dejado las líneas a ras del suelo. Aunque la escena captada en vídeo ha generado bromas en redes sociales, en la zona no hay lugar para el humor: siguen incomunicados y con la sensación de estar "abandonados" Informa @radiobilbao #vaca #animales #Karrantza #Lanestosa #vizcaya #PaisVasco #internet #sucesos #viralinternet #virales
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“Esto es algo habitual aquí”, reconoce Palacio. Solo en el último año y medio, asegura que han sufrido al menos siete cortes similares. “Las vacas no siempre son protagonistas, también hemos tenido problemas con una yegua o un tractor”. El problema radica en que estos tendidos pasan a una altura relativamente accesible para un animal o para un humano.
“Como no cuentan con un mantenimiento, estos postes ceden con el peso de los antiguos cables de cobre (ya en desuso) y con las inclemencias del tiempo”, explica el primer edil de este lugar donde el viento del suroeste sopla con ganas: “Cuando cae un poste, el cable no se corta, pero llega prácticamente a ras del suelo, lo que genera accidentes como el de la vaca, o impide directamente que el ganadero siegue la finca”.
El problema se extiende por todo el municipio, también en sus núcleos poblacionales: “Desde el mismo ayuntamiento, en el centro del pueblo, vemos un poste caído desde hace dos años y medio, en un regato junto a un bloque de pisos. A 50 metros hay otro poste sujetado con una cuerda, tocando ya las tejas de un caserío”, describe Palacio desde su despacho en las oficinas municipales.

La responsabilidad del mantenimiento recae sobre Telefónica, la única operadora que llega al lugar. “Es muy difícil encontrar a alguien que dé soluciones o que tenga capacidad de decisión. Siempre nos dicen que avisarán al responsable. Llevo doce años en el cargo y todavía no he conseguido poner fin a esta situación. Y cuanto más tiempo pasa, peor, porque siguen cayendo postes que nadie arregla”, denuncia. Fuentes de esta compañía argumentan a EL PAÍS que “llevan tiempo trabajando en actualizar estas instalaciones”.
La zona menos densa de Bizkaia
Karrantza, además de ser conocido por las Cuevas de Pozalagua, es el municipio más extenso de Bizkaia, con 137 kilómetros cuadrados. Está enclavado en Enkarterri, la comarca más grande de Bizkaia —ocupa el 20% del territorio histórico— y una de las más rurales de Euskadi. En cambio, la densidad poblacional es escasa, con apenas 70 habitantes por kilómetro cuadrado, frente a los 2.300 de la zona metropolitana de Bilbao. De hecho, por cada habitante en este municipio hay cuatro vacas: en total, unas 12.000 cabezas de ganado vacuno.
Lanestosa, municipio limítrofe y dependiente de la misma red de telecomunicaciones, sufre una situación similar. La alcaldesa y la teniente de alcaldesa de esta villa, Belén Fernández y Nagore Barreras (PNV), lo resumen con claridad: “Esto es una evidente falta de mantenimiento. No creemos que en otros pueblos ocurra como aquí”. Además, alertan de las consecuencias para la población más vulnerable: “Durante toda la semana, los servicios de teleasistencia para las personas mayores no han funcionado. Es un hecho muy grave en términos de seguridad”.
Los apagones en la conexión de fibra se agravan cuando coinciden con cortes en el suministro eléctrico. “Durante las tormentas, también se va la luz. Y eso, además del impacto que tiene en hogares y negocios, nos deja sin cobertura móvil”, explica Fernández. En este caso, los alcaldes de los dos municipios reconocen que Iberdrola está tratando de solucionarlos con una inversión en la infraestructura de la zona.
El suministro de gas nunca ha sido un problema en la zona; sí el del agua. Ninguno de estos dos pueblos está consorciado en la entidad pública que abastece de agua potable en Bizkaia. Así como en Lanestosa “con las dos depuradoras que tenemos es suficiente”, valora su alcaldesa; Karrantza ha tenido que abastecerse de camiones cisterna venidos de Cantabria en momento de sequía, el último, en el verano de 2022.
Contar con servicios básicos de calidad es esencial para garantizar el presente y el futuro del medio rural. “Si no se garantizan una serie de servicios mínimos, es imposible mantener a la población existente o atraer a nuevos vecinos”, expone Barreras. Lanestosa ha realizado “un esfuerzo muy grande” en los últimos ocho años para sacar adelante un proyecto de vivienda colaborativa y de coworking con el objetivo de atraer a personas interesadas en teletrabajar desde el pueblo. “Pero ¿cómo lo vamos a sacar adelante con estas carencias?”, se pregunta.
“Queremos reivindicar que somos ciudadanos como cualquier otro. Pagamos impuestos, pagamos nuestras cuotas, y lo único que pedimos es un servicio de calidad. No pedimos más que lo que ya existe en otros municipios: que no haya cortes de luz constantes y que el internet funcione correctamente. Es una reivindicación básica y justa”, concluyen las dos lanestosarras.
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