Richard Gere recuerda la primera vez que vio a su esposa Alejandra: “Sentí que estaba todo ahí. No fue así para ella, que tardó más en llegar a ese punto”

Para vivir por primera vez fuera de Estados Unidos, Richard Gere ha elegido España, donde ya es uno más de las alfombras rojas (como Goya Internacional 2025 o en la presentación del documental sobre el Dalái Lama durante el BCN Film Fest)

Gere reside en Madrid desde el pasado mes de noviembre con su esposa, la publicista, empresaria y activista gallega Alejandra Silva (ahora Alejandra Gere), con quien se mudó a un chalet en La Moraleja desde la ciudad de Connecticut y cuyas puertas abría recientemente la pareja para recibir a El País Semanal.

Allí, en un saloncito con chimenea, recuerdos de viajes y fotos familiares, Richard Gere, en entrevista con la periodista Mónica Ceberio, asegura que a sus 75 años “no hay nada sorprendente en el hecho de envejecer” y dice no conocer “a ningún hombre o mujer que se sienta bello”. Ha charlado sobre su trayectoria, su lado más espiritual, el más político (es muy crítico con Trump) o la fama, pero también de su relación con Alejandra, a quien conoció en el año 2013, en el hotel que ella había abierto en Positano (Italia) con su anterior marido, con quien tiene un hijo, en una casa que perteneció al director de cine Franco Zeffirelli.

Entonces, cuando los dos se encontraban juntos en una terraza con vistas sobre la costa amalfitana, Gere sintió “una especie de profecía”, como explica en la entrevista: “La primera vez que vi a Alejandra estaba todo ahí, lo sentí. Nuestros caminos se estaban juntando en el momento adecuado. No fue así para ella, que tardó más en llegar a ese punto, pero sí para mí. Todo se juntó, todo encajaba, todo estaba bien, sin disonancias”.

Por su parte Alejandra, 33 años menor que Gere, conocía al actor aunque no demasiado, ni siquiera había visto Pretty Woman. Sobre sus inicios como pareja, la gallega tiene sus propios recuerdos: “Yo me estaba separando, era un momento de aturdimiento vital grande para mí”, explica a EL PAÍS. “Noté una conexión especial, pero al inicio preferí que fuéramos amigos. Poco a poco me fui dando cuenta de lo complementarios que éramos, de lo bien que estábamos juntos. Pero todo lo hicimos con cuidado y despacio, paso a paso. Esperamos para vivir juntos, para tener hijos [tienen dos en común, Alexander y James, de seis y cinco años]”, concluye.

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Ahora, con su relación ya consolidada, la pareja se muestra cómplice y unida, sobre todo en el desarrollo de su activismo: “Estamos los dos completamente volcados en ayudar a que no haya personas sin hogar en España”, asegura Alejandra Gere.

Lee aquí la entrevista completa a Richard Gere en EL PAÍS Semanal.