
¡Naturaleza, entra en casa!
Las creaciones clásicas conviven con una frondosa vegetación en esta casa de un barrio danés donde residieron famosos diseñadores de los sesenta. Las plantas parecen colarse en las estancias por sus grandes cristaleras.

En la imagen, los grandes ventanales dejan entrar el jardín en la casa. La mesa es un diseño clásico de Børge Mogensen, al igual que la butaca azul —que proviene de la propia casa del diseñador en el mismo barrio—; las sillas son también un clásico danés de Hans Wegner, y las lámparas, otro de Poul Henningsen, que también vivía en el vecindario. La alfombra es un diseño de Patricia Urquiola para Gandia Blasco; el lienzo de un jardín es de Iver Villefrance, y la pieza sobre la chimenea, de Sara Martinsen
Mads Mogensen
En la imagen, el escritorio del dormitorio fue diseñado por Niels Hvass para la empresa Skagerak, y la silla es el modelo Y de Hans Wegner.
Mads Mogensen

En la imagen, los tragaluces cenitales en el pasillo rompen los volúmenes cartesianos de la casa y proporcionan luz indirecta.
Mads Mogensen
En la imagen, el baño está cubierto de la piedra portuguesa Azul Valverde, y el vidrio de la ventana, lavado al ácido, deja pasar la luz. Los jarrones azules, de los años cincuenta, son de Holmegaard.
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En la imagen, abierta a la doble altura del salón y con vistas al jardín trasero, la cocina es de roble y mármol, diseño de Jannik Larsen que produjo Kitchen Tailor. El plato sobre la encimera es de KH Würtz.
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En la imagen, el sofá es un modelo de la empresa Bolia; la mesa es un clásico danés de Poul Kjaerholm; la lámpara, otro de Arne Jacobsen; la manta es de Ikea, y el cuenco de bronce, de un anticuario.
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