
Una casa abierta de par en par
En el Eixample barcelonés se sitúa la casa-estudio del interiorista Rafa Gil. Un espacio que, en un solo golpe de vista, desvela algunas de las señas de identidad del decorador. Tonos neutros, estancias que dialogan entre ellas y un eje, la galería, que lo articula todo.

En la imagen, Detalle de la galería, con mesa años cincuenta de mármol de Carrara y madera de nogal, jarrón de Murano de los años setenta y armario de principios del siglo XX reconvertido en mueble bar.
César Segarra
En la imagen, el comedor, proyectado como el de un restaurante: con un banco de cinco metros de largo, acompañado de sillas estilo Thomas Chippendale y una gran lámpara diseñada por el propio Gil e inspirada en el modelo Space Age de los años setenta y fabricada bajo encargo en Those Goods.
César Segarra
En la imagen, Rafa Gil, en la sala de reuniones del estudio, el lugar que utiliza el interiorista para dibujar. La silla —comprada en Brutus de Gaper— es de Boris Tabacoff para Mobilier Moderne.
César Segarra
En la imagen, el estudio, pintado en color Red Earth, de Farrow and Ball. Sobre la gran mesa de trabajo, fabricada en roble, lámpara de bronce española de los años cuarenta; y en la estantería, silueta de cerámica de Manises de los ochenta.
César Segarra
vista del salón con la galería de fondo, donde se atisba la zona de descanso con un biombo de laca negra y madera de teca.
César Segarra
En la imagen, aparador brutalista lacado en blanco y diseño del interiorista, lámpara de Raak Amsterdam y jarrones de porcelana biscuit de Ak Kaiser, ambos adquiridos en Brutus de Gaper.
César Segarra

