Pirámide gruyer

El anuncio de que se ha descubierto lo que podría ser un gran espacio hueco en el interior de la Gran Pirámide, produce un cosquilleo de excitación, con su punto de acojone. A saber que habrá allí metido, y si nos va a tocar ir a verlo.

En Tierra de faraones, cuando moría Keops y cerraban la pirámide a cal y canto se dejaban a Joan Collins dentro. Estaría ahora como para encontrártela, con 4.500 años y sin que le haya dado el aire, la tía.

Bastante susto da ya meterte en la pirámide con sus fantasmagóricos pasajes y estancias y toda la claustrofobia que produce para que ahora te digan que hay más cosas misteriosas y que las han detectado pasando a través de las piedras “muones”, que es algo que suena como a cañón de los romulanos en Star Trek. A saber si ese hueco que dicen no será el garaje de los extraterrestres...

La última vez que entré en la pirámide fue con Javier Sierra, que presentaba novela dentro, que ya es gracia. Era La pirámide inmortal, precisamente, que revivía la visita de Napoleón para recargar las pilas en la Cámara del Rey, donde se dice que pasó la noche metido en el sarcófago de Keops. Él, Sierra, se lo pasó tan ricamente y ya ves, ha sido salir y ganar el Planeta. Pero yo tengo pesadillas recurrentes con que me quedo atrapado en el corredor ascendente, tan estrecho que si sudas un poco de más ya no cabes. Y digo yo, si iban a dejar tanto espacio hueco que más que de Keops la pirámide parece de gruyer ¿no podían haber hecho los pasadizos más anchos? Qué misterios tiene Egipto. Por Horus.