Este pollo puede salvarle la vida

Un pequeño pollo puede marcar una gran diferencia en la vida de una persona en África suhsahariana, asegura el filántropo multimillonario Bill Gates. El cofundador de Microsoft ha lanzado una campaña en colaboración con la ONG Heifer International para donar 100.000 de estos animales a familias que viven en condiciones de extrema pobreza en esta zona del planeta, que, según estimaciones de Naciones Unidas, representan el 41% de la población.

En un post publicado el martes en su blog, Gates explica que diez pollos pueden ser un importante comienzo para romper el ciclo de la extrema pobreza para los 100 millones de personas que viven con menos de dos dólares al día en la región. “Si estuviera en su lugar, yo también los criaría”, escribe.

El filántropo calcula que un granjero con cinco aves puede llegar a ganar unos 1.000 dólares al año, una cifra que supera el límite de pobreza (unos 700 dólares), al mismo tiempo que contribuye a incrementar la práctica de vacunar a estos animales (pasando del actual 5% de familias que lo hacen al 30%).

“Son fáciles y baratos de criar [...] y contribuyen a luchar contra la malnutrición de la infancia”, explica Gates, tras admitir que, como “chico de ciudad”, no conocía mucho sobre pollos antes de involucrarse en actividades en países menos desarrollados. Para que los animales llegaran a su destino, los lectores del blog tenían que acumular puntos leyendo el post, viendo un vídeo y contestado algunas preguntas. La campaña está actualmente cerrada, aunque el fundador de Microsoft no descarta lanzar iniciativas similares en el futuro.

En un vídeo, el antropólogo de Burkina Faso Batamaka Somé, colaborador de la Fundación Bill & Melinda Gates, insiste en que “las mujeres que ganan vendiendo pollos pueden hacer oír su voz en casa”. La cofundadora de la fundación, Melinda Gates, también apuesta por estos animales como herramienta para empoderar a las mujeres, como explica en un post. “En el mundo del desarrollo internacional, se conocen como el cajero de los pobres, porque son fáciles de vender para cubrir los gastos diarios. En muchos países en vía de desarrollo, la crianza de los pollos se considera un trabajo de mujeres y el dinero ganado con la venta pertenece a ellas y pueden gastarlo como deseen”, argumenta y recuerda que las estadísticas demuestran que, cuando una mujer controla los ingresos del hogar, sus hijos tienen un 20% más de probabilidades de superar los cinco años de edad.