El toro de La Vega

Yo he iniciado una campaña contra Tordesillas y los vecinos que asesinan a un animal inocente después de torturarlo a lanzadas. No quiero ir a Tordesillas si es una ciudad que se siente orgullosa de esa tortura levantando un monumento al toro de La Vega, un toro en bronce junto al puente sobre el Duero. No quiero participar de esa obscenidad.

Hace unos veranos me enviaron un vídeo en el que se veía al toro agonizante refugiándose detrás de un coche de la Guardia Civil que en realidad estaba allí para proteger a los asesinos.

No hay cultura ni moral que justifique esta brutalidad ni antropología que la explique, es una salvajada sin matices. Tampoco quiero encierros ni corridas de toros. Pero empiezo poco a poco. No paso por Tordesillas y voy a intentar que mis amigos y conocidos, tampoco.— Isabel Martínez Reverte.