Tenemos derecho al olvido

Los europeos tenemos ya derecho al olvido. La sentencia del Tribunal Europeo así lo confirma protegiendo tanto el derecho al honor como a la veracidad de la información.

El hecho de que la Red ofreciera todo tipo de información personal a través de los buscadores sin responsables reales de la gestión de la información indexada, resultaba extremadamente chocante, especialmente si consideramos que cualquier negocio, por pequeño que sea, está obligado a cumplir enormes exigencias en relación con la protección de datos.

No obstante, esta victoria no supone más que un pequeño avance en la batalla que los ciudadanos debemos librar si deseamos evitar que nuestros datos continúen siendo comercializados sin que los hayamos puesto en venta ni recibamos otro beneficio que un infinito bombardeo de publicidad y spams telefónicos.

A partir de hoy todos estamos más protegidos como individuos gracias a un sistema judicial lejano, a la vez que decisivo, en la construcción de la Europa de los ciudadanos que, finalmente, nos permite reinsertarnos como individuos en la sociedad digital y olvidar los pecados del pasado.— Adrián Cardalda Seijas.