Lo peligroso de la abstención

Después de las últimas noticias de Nigeria en las que unos fanáticos terroristas fundamentalistas secuestran a 200 niñas para impedirlas estudiar, y de Ucrania en la que la extrema derecha ultranacionalista lidera las revueltas sociales, se me ha venido a la cabeza de forma inconsciente que la pasiva abstención en las consultas políticas hace más daño que lo que parece a primer golpe de vista. La razón es que beneficia principalmente a las opciones más excluyentes y sectarias (un buen ejemplo es la extrema derecha en Francia), ya que su militancia vota siempre; y se hacen además proporcionalmente con la abstención que le corresponda.

Hasta que los votos en blanco y los no-votos se reflejen en escaños vacíos para dar un verdadero reflejo real de la sociedad, la abstención perjudicará a la convivencia, ya que da “oxígeno” y airea fácilmente los peores idearios políticos, puesto que se reparten entre los votos y no entre el total del censo. Abogo por el voto menos malo si no se tienen las ideas claras y no por el voto útil, que eso es otra cosa y que se ha comprobado en la actualidad que acaba siendo muy inútil.— Manu Ballesteros Rodríguez.