Frenar a tiempo

Me he sorprendido mucho, me temo que por ignorancia, al descubrir estos meses que Ucrania era un bólido sin frenos a punto de estrellarse contra un enorme muro de hormigón. Dice el señor Margallo que el paralelismo entre las consultas en Crimea y Cataluña es absoluto. Mi ignorancia me impide profundizar demasiado en ello.

Al vivir equidistante de los centros políticos de tres nacionalismos enfrentados y con gran poder, he convivido y soportado siempre en la cercanía sus respectivas demagogias, manipulaciones y victimismos, por lo que de España no me sorprende casi nada, y algo sí que sé.

Parece que todos sabemos mucho y que tenemos cada vez más clara nuestra posición. Pero me pregunto si, vayamos en paralelo o en oblicuo, desde dentro percibimos correctamente a qué velocidad estamos yendo en cada momento, cómo de grande es el muro que veo al final de la cuesta y si los que nos manejan tienen intención y capacidad suficiente para saber frenar a tiempo.— Javier Sáez-Benito Suescun.