Preguntas en la Moncloa

El Gobierno de Rajoy ha instaurado un nuevo régimen para las preguntas que se formulan en La Moncloa. ¿En qué consiste? A partir de ahora será el Gobierno el que decida quién pregunta y no el consenso interno de los periodistas, como hasta ahora. ¿Qué significa esto? Pues que será el interpelado el que decida quién le interpela. Ya solo falta que les digan también lo que tienen que preguntar. El colmo del periodista, vamos. ¿Qué se esconde tras esta selección artificial o contra natura periodística? El veto, un veto que huele, apesta, más bien, a otros tiempos y a otros regímenes. ¿Qué podría hacerse para evitarlo? Si los periodistas no quieren perder su prestigio, si no quieren perder la dignidad en su trabajo, un trabajo crucial en una democracia, si lo que se busca es el silencio de las voces incómodas, que reciban el silencio de todas las voces. ¿Cómo hacerlo? No acudiendo a ninguna rueda de prensa en Moncloa o en cualquier otro foro que funcione igual.

No es normal que un Gobierno que alardea de transparencia se valga de cristales traslúcidos para informar a la ciudadanía. Dejan pasar la luz pero no quieren que se sepa qué hay realmente detrás. ¿Qué ocurrirá si se someten? Pues que los ciudadanos perderemos la confianza en nuestros periodistas. Thomas Jefferson decía que “puesto que nuestra nación está basada en la opinión pública, entre tener un Gobierno sin periódicos o periódicos sin gobierno me quedo con esto último”. Si el presidente estadounidense tuviera que elegir entre ruedas de prensa con periodistas seleccionados y periodistas libres sin ruedas de prensa seguro que se quedaba con esto último.— Gonzalo de Miguel Renedo.