La doctrina Parot y sus consecuencias

Estoy tremendamente preocupada por lo que está trayendo la derogación de esta doctrina, que no voy a discutir, no hay nada qué decir; quizá que se podía prever. De lo que hoy quiero hablar es de sus consecuencias televisivas, que me parecen negativas para la sociedad y la democracia. No podemos olvidar que la televisión construye una realidad completamente verosímil —salga lo que salga— para miles de personas.

Si estas cámaras tratan las salidas de “delincuentes monstruosos” como un acontecimiento descontextualizado, increíble y sobre todo, excepcional, las personas que mirándolo simplemente decimos que los años de cárcel no son el único problema parecemos desalmadas, crueles, y sin corazón. Sin embargo, ¿antes no salía gente de la cárcel? sí, todos los días, pero a las únicas personas a las que les importaba era a sus familiares y amigos.

Estoy cansada de esta manipulación informativa, ya que no se están explicando otras medidas carcelarias ni la función reinsertiva de las prisiones, fundamento de nuestra democracia. No, simplemente se dan alas a los sentimientos más lógicos y, por tanto, más primarios.— Clara González-Garzón.