En respuesta a 'El caso CSIC'

Leemos con sorpresa, y dejamos ahí la valoración, la opinión de César Molinas en El 'caso CSIC' o la banalidad del mal, publicada por EL PAÍS el miércoles 17. Tras su acertada denuncia sobre el “desmantelamiento de la ciencia y el exterminio de la profesión investigadora”, señala que “ni una sola voz desde un escaño, ni un solo texto escrito por un político de nota se han alzado, que yo sepa, para denunciar la solución final que se esconde en el bosque de recortes presupuestarios pretendidamente coyunturales”. Desconocemos su esfuerzo de documentación para hacer aseveraciones tan categóricas, escudadas en ese inconsistente que yo sepa. Por ello, aportamos datos que le ayuden a no hacer tabla rasa con todos y caer en esa cruzada que impulsa el desinterés y desprecio por la política, dejando el campo arado al neoliberalismo.

IU tiene una larga experiencia en defensa de la ciencia. Presentamos enmiendas a los Presupuestos del Estado, cientos de preguntas, proposiciones de todo tipo y pedimos comparecencias de responsables de ciencia en todas las legislaturas, y somos la cara visible de iniciativas ligadas a I+D+i. La labor de compañeros que nos precedieron, como García Fonseca o Santiso, por poner algún ejemplo, o la más reciente es reconocida por su apertura a todos los colectivos científicos.

Con García Fonseca logramos en 1992 restablecer la cuota del CERN, anulada por el Gobierno del PSOE. Iniciativas de Garzón han contribuido en 2013 a que no se cerrara la línea Spline del sincrotrón. Llamazares se opuso en solitario en 2011 en nombre de IU a la Ley de la Ciencia, la Tecnología y la Innovación por condenar a la precariedad y a la excepción laboral. Lara recriminó a Rajoy su actitud por congelar los presupuestos en I+D+i. Celebramos decenas de reuniones con los afectados del CSIC y presentamos una batería de iniciativas difícil de resumir. El trabajo está ahí para quien se moleste en comprobarlo. Una cosa es que no salgan adelante las propuestas que elaboramos en estrecha colaboración con sus afectados tanto como nos gustaría, pero no aceptamos que digan que ese trabajo no existe.— Gaspar Llamazares y Alberto Garzón. Diputados de Izquierda Unida.