Cierre de centros

Hace unos meses mi madre tuvo que entrar en diálisis, esto supuso un destronque familiar, también tengo a mi padre con oxígeno en casa. Le costó, nos costó a todos hacernos a la idea que nuestra vida lleva ahora otro ritmo pero hemos acabado por aceptarlo, porque es la única manera de poder vivir que tiene.

Pero no contábamos con los políticos y sus recortes. Según ellos, los enfermos no tienen derecho a estar enfermos. No tienen bastante con lo que están pasando, que todo son trabas. A mi madre se le adjudicó el centro de diálisis de San Juan de Dios, en la Malvarrosa, donde además también acuden enfermos con daños cerebrales para su rehabilitación. Pues bien, esta semana se nos ha comunicado que van a cerrar el Centro de diálisis; van a despedir a todos sus trabajadores y a los enfermos los van a reubicar en otro centro, en un bajo sin luz donde habrá tres turnos: a las 6 de la mañana, a las 12 y a las 4 de la tarde ¿y tal vez por la noche también? Es una verdadera vergüenza. En el centro en el que están se conocen, forman como una pequeña familia. Bastante desgracia tienen con tener que depender de una máquina para vivir. Una vez dijo Javier Solana, que según tengo entendido ha donado un riñón, que no es nada malo dializarse. Y no es malo, a mi madre le ha dado vida pero ¿por qué en la Comunidad Valenciana los enfermos sufren las consecuencias de la mala gestión de los políticos? ¿Pueden ayudarnos? El 31 de julio lo cierran.— Amparo Adell Meseguer.