Primarias estimulantes

No es mediático, carismático ni atractivo. Excomunista de 61 años, católico, ha apoyado los recortes impuestos por Mario Monti. Pese a su gris personalidad, Pier Luigi Bersani se ha impuesto claramente al brillante y joven alcalde de Florencia, Matteo Renzi, en las primarias —abiertas a cualquier ciudadano— para elegir al candidato del Partido Democrático (PD) italiano en las elecciones previstas para la próxima primavera. El partido se resistía a estas primarias, pero Bersani, como secretario general, las impuso.

El PD, nacido en 2007 de los partidos comunista, socialista y una parte de la democracia cristiana, lleva en su ADN la cultura de la elección para seleccionar sus cargos internos, pero la resistencia a estas primarias para determinar el candidato a la Presidencia del Consejo eran grandes en el aparato. Tras apasionados debates seguidos por multitud de espectadores, más de tres millones de italianos votaron en la primera vuelta, y 2,7 millones una semana después, en una lección de democracia participativa que deben aprender otros partidos, probablemente y para empezar, en España.

Con este golpe maestro no solo ha salido Bersani reforzado, sino también el propio PD, que tiene ahora mayores posibilidades de ganar ante un centro derecha en caída libre, con el descalabro de un Berlusconi que aún deshoja la margarita sobre su propia candidatura.

El éxito de Bersani es todavía mayor al no vender humo, sino realidad, aunque no por ello represente un estricto continuismo respecto al Gobierno tecnócrata de Mario Monti, al que ha respaldado en los recortes. Bersani rechaza los cuentos de hadas para ganar; insiste en que así no se puede gobernar. Y aunque comprende que la austeridad manda, se propone modularla para lograr, con algunas medidas de estímulo de la economía, acercarse más a las preocupaciones de los ciudadanos, reforzar la lucha contra la corrupción y fortalecer las instituciones del Estado.

Aunque el PD va por delante en las encuestas, no debe fiarse y tener un resbalón como en 2008. Frente a él tendrá una plétora de partidos, con algunos de los cuales tendría que pactar para gobernar. Pero quizás el rival que más teme, por los votos que le puede arrebatar entre la juventud, sea el Movimiento 5 Estrellas (M5E), antisistema, encabezado por el humorista Beppe Grillo que está trastocando la política italiana.