Efervescencias nacionales

Con cierta perspectiva de lo que significa España en el mundo, sigo con inquietud y preocupación las efervescencias nacionales. Y, en homenaje al maestro Hobsbawm recientemente desaparecido, me animo a recomendar la relectura de sus trabajos sobre la entidad y alcance de los nacionalismos. Ahí va una traducción libre del comentario que hace a la conocida cita de Renan: “falsear la historia es parte esencial del camino para convertirse en nación”. Debe ser responsabilidad profesional de los historiadores, dice Hobsbawm, desmontar tales mitologías interesadas.

El principio democrático debe hacer viable y pacífica cualquier secesión pero, sin necesidad de recurrir a la autoridad de san Ignacio, habría que convenir en que no son estos los mejores tiempos para plantear tan grandes mudanzas. Para tratar de enfriar el debate, no estaría de más seguir el consejo de Hobsbawm y que el magisterio académico se preocupara de explicar a los políticos / ideólogos que lo que es España y su proyección en el mundo es consecuencia de varios cientos de años de convivencia y que parece temerario, frívolo e interesado simplificar la historia común como un enfrentamiento entre sensibilidades e intereses irreconciliables.— Nabor García.