No son todos iguales

Soy una asidua lectora de las columnas de Antonio Elorza. Valoro su capacidad de análisis y el tono de sus críticas. Por desgracia, desde hace un tiempo se ha apuntado a la corriente de los que, tras haber denunciado las políticas del Gobierno de Rajoy, parecen sentir cierto desazón si no hacen lo propio con el Partido Socialista. Situados en un Olimpo extremadamente cómodo, estos analistas acaban transmitiendo un mensaje bastante simple: todos son iguales. Pues bien, en este caso me permito discrepar con el artículo que el pasado día 7 publicó el señor Elorza. Porque, con todas sus carencias y no sin críticas internas, si algo distingue al tipo de oposición que está haciendo Rubalcaba de la que hizo Rajoy es, precisamente, su disposición a colaborar con el Gobierno. Una disposición que ha repetido una y otra vez para, como ya digo, cierto disgusto de algunas voces que en su partido reclaman más dureza. Lo que sucede, y debería saberlo el señor Elorza, es que una de las muchas cosas que el Gobierno de Rajoy no sabe hacer es dejarse ayudar. Y hay un momento en que seguir tendiendo la mano no tiene sentido si el otro ha dejado muy claro que no está dispuesto a aceptarla.— Naiara Díez Fernández.