Nadie quiere la casa donde murió Michael Jackson

Su último inquilino está muerto y enterrado, pero la casa en la que pasó a mejor vida se encuentra más disponible que nunca. La mansión en la que falleció Michael Jackson en junio de 2009, ubicada en el barrio de Holmby Hills, en Los Ángeles, ha vuelto a ser puesta a la venta, después de que a un año de la muerte del cantante nadie quisiera comprarla.

Por poco más de 18 millones de euros, la casa podría ser suya. Y no solo estaría adquiriendo la mansión que ha pasado a la historia como el lugar donde perdió la vida el rey del pop, a pesar de que nunca fue de su propiedad, sino también una lujosa mansión de siete dormitorios, 13 baños, sala de cine, bodega de vinos, gimnasio, ascensor y 12 chimeneas.

La lujosa inmobiliaria que la ha puesto en venta muestra en las fotografías publicadas en su página web que la casa está prácticamente vacía, a excepción de algunos muebles y una cama de matrimonio, que parece ser la misma en la que murió Jackson en 2009, y que fue retirada el año pasado de una subasta en que se ofrecieron al público varios objetos que pertenecieron al cantante.

Su cabecera dorada de estilo rococó es idéntica a la que se veía en las innumerables imágenes del lecho de muerte de Michael Jackson, que salieron a la luz durante el juicio por homicidio involuntario de su médico personal, Conrad Murray.

Jackson murió el 25 de junio de 2009 a los 50 años por una sobredosis del anestésico propofol, que utilizaba como somnífero. El 7 de noviembre del año pasado, Murray fue sentenciado a cuatro años de prisión. El rey del pop se mudó a la mansión californiana junto a sus tres hijos cuando empezó a ensayar para una serie de conciertos que iba a dar Londres al momento de su muerte. Un año antes, el dueño la había puesto en venta por primera vez, pero no tuvo éxito, por lo que se la alquiló a Jackson por 76.000 euros al mes.