Duarte niega que regalase un Porsche a Escribano a cambio de gestiones en la Xunta

El exdiputado popular Javier Escribano y el empresario de Pontedeume Fermín Duarte, los dos imputados en el caso Arena han negado hoy que el industrial regalase un Porsche al político a cambio de algunas gestiones ante la Xunta a favor de Manmer S.L, la constructora de Duarte.

Los dos están imputados por cohecho y tráfico de influencias y ambos han declarado esta mañana durante casi cinco horas ante el juez instructor, Alejandro Morán, que tras escuchar a las dos partes ha mantenido la doble imputación contra Duarte y Escribano.

El exdiputado del PP, que renunció a su escaño en el Parlamento gallego el 29 de octubre antes de que el asunto llegase a los medios en el inicio de la campaña del 20N, apareció sonriente y declaró durante tres horas y media y rehusó contestar algunas de las preguntas que le formuló el juez.

Duarte, aparentemente más preocupado, prestó declaración durante una hora y respondió a todas las cuestiones que le plantearon. A la salida, Escribano aseguró que estaba "muy satisfecho" por haber tenido la oportunidad de declarar y aportar la documentación que, según dijo, "demuestra su inocencia".

Fuentes del TSXG han precisado que "la documentación presentada por la defensa de Javier E. queda ahora pendiente de análisis por el titular del juzgado". Apuntan, además, que todavía quedan "pendientes de realizar algunas diligencias de investigación". El juez había reclamado a la policía un informe sobre la posible filtración del caso Arena a la dirección del PP gallego cuando la causa todavía estaba bajo secreto sumarial. Los agentes manifestaron que sin "ninguna duda", la dirección del partido estaba al corriente de la investigación y alertaron al diputado popular de que tenía el teléfono intervenido, lo que adulteró la investigación.

El empresario eumés declaró que estaba "indignado" al haberse visto mezclado en este caso. Su letrado avanzó que pedirá el archivo del caso por entender que no hay nada más que un "problema administrativo" entre la constructora de Duarte, Manmer S.L, y la Xunta, que limitó la comercialización de un árido asfáltico que se vendía como reciclado sin serlo.

Según el informe policial, el empresario Duarte contó a su hermana el 18 de julio en una de las conversaciones intervenidas que había "regalado" el coche a cambio de "algunas gestiones" en el gobierno gallego para tratar de desbloquear la venta de su residuo asfáltico. El Porsche se transfirió en junio del 2011 a nombre de una tía de Escribano, pero el exdiputado popular aseguró posteriormente haberlo comprado por 10.360 euros. Duarte y Escribano abandonaron el juzgado por separado con sus letrados pasadas las 14:30 horas.