Nueva bronca en el Parlamento a cuenta de los ERE

El pleno del Parlamento ha vivido hoy otra monumental bronca a cuenta del caso del presunto fraude de los expedientes de regulación de empleo (ERE) pagados con fondos públicos. Tras un rosario de preguntas orales a diferentes consejeros, en el que PP ha repetido como un mantra que la Junta consintió y tapó la mala utilización de las ayudas al empleo, el choque final se ha producido en el duelo entre el líder del PP, Javier Arenas, y el presidente de la Junta, José Antonio Griñán. La vocinglería ha estallado en el hemiciclo y la presidenta, Fuensanta Coves, se ha visto obligada a pedir reiteradamente silencio.

Arenas ha vuelto a repetir la frase que se ha convertido casi en un eslogan dirigiéndose a Griñán: "Usted supo, consintió y tapó". Pero, una vez más, sin complemente directo, esto es: sin especificar qué. Aunque luego, tras un punto y seguido, dijo: "Se estaban administrando fondos de nuestros parados al margen de la ley". Después ha preguntado con solemnidad: "¿Este asunto se ha abordado alguna vez en el Consejo de Gobierno?".

El socialista le ha respondido que no, que nunca, en el sobreentendido de que se refería a un informe de actuación de la Intervención General de la Junta de Andalucía que alertara de un posible fraude.

En el siguiente turno el popular ha aseverado: "Yo le digo que sí". Y ha desgranado cuatro fechas en la que se aprobaron incrementos de fondos de ayudas sociolaborales. Mientras, el secretario general del PP, Antonio Sanz, estaba gritando: "Ha mentido, ha mentido". La presidenta de la Cámara le ha llamado al orden dos veces, un aviso de expulsión de la sala.

En un momento de máxima tensión, Arenas ha pedido la dimisión del socialista por "mentir".

Griñán ha replicado, entre un enorme cruce de insultos de una bancada a otra, que no solo cuatro veces ha aprobado un incremento de las ayudas al Consejo de Gobierno, sino muchas más, porque estas partidas se aprueban en los presupuestos. Pero eso no tiene nada que ver con irregularidades, que, según él, nunca se han tratado en las reuniones. Griñán le ha acusado de hacer trampas gruesas con juegos de palabras.

Al finalizar este punto del orden del día, PP y PSOE han seguido la bronca en los pasillos y con sucesivas conferencias de prensa y declaraciones.