Soy uno de los privilegiados

Tengo 34 años y puedo decir que he tenido mucha suerte. Tengo un trabajo que me permite vivir como una persona y no preocuparme por el futuro. Lo habéis adivinado, soy funcionario. Y por si fuera poco para ganarme el odio de todos, soy profesor y encima me gusta mi trabajo.

Estudié Matemáticas en una universidad pública y al terminar comencé el doctorado. Al segundo año fui a hacer un máster. Era uno de los primeros de la promoción y tenía buen expediente, así que el máster me salió gratis y además tenía una beca de 80000 pesetas de entonces de la Universidad.

Al terminar, vi la disyuntiva. En la empresa privada había dinero y jornadas interminables (la gente veía normal trabajar de 9 a 21) y en la universidad precariedad. Fui a la universidad.

Trabajé dos años y algo de asociado a tiempo parcial (583 euros netos me pagaban) y no tengo más que palabras de agradecimiento a mis compañeros. Pero ante la falta de perspectivas, oposité a profesor de Secundaria. Aprobé y prácticamente tripliqué mi sueldo (mi primera nómina fueron más de 1.500 euros NETOS) consiguiendo además la tranquilidad del puesto fijo. Y encima me gusta. La mejor decisión de mi vida.

Ahora miro a mi alrededor y me pregunto ¿Quién va a investigar? ¿Cómo se puede vivir a salto de mata? ¿Qué familia se puede criar trabajando 12 horas diarias? Y eso que a mi generación aún le pagaban bien en consultoría. Yo me he salvado, pero me da pánico ver lo que les espera a la generación de entre 20 y 30 años. Y no hay plazas en el Estado para todos...