El parque que nadie limpió

Se terminó hace seis meses y todos los vecinos aplaudieron un nuevo parque con zonas verdes y juegos infantiles. Hasta que se convirtió en un estercolero. El parque, situado en la plaza del Valle del Oro en el distrito de Carabanchel, era hasta ayer un enorme contenedor de bolsas de basura, decenas de latas de cerveza, litronas, periódicos, ropa sucia... "¡Es una vergüenza!", coincidían todos los vecinos atónitos de que durante tanto tiempo las montañas de desperdicios aplastasen los recién plantados arbustos.

La falta de mantenimiento empezó a notarse con la llegada del buen tiempo, cuando muchos vieron un estupendo escenario para tomarse unas cervezas. "El 18 de mayo llamé al Ayuntamiento para informar del estado del parque", se quejaba Esperanza Hernández indignada porque no hubiesen hecho nada todavía. "El domingo era indigno de verlo con todos los niños chiquititos ahí", decía otra vecina que hablaba de "los de fuera" como los responsables de la suciedad extra. Mari Carmen, otra vecina que ha hecho hasta fotos, ha dejado de llevar a su nieto de tres años al parque desde hace semanas. "Y yo que me alegré de que me lo pusieran enfrente de casa".

La razón por la que los barrenderos pasan de largo al llegar a esta plazoleta es porque "ha habido un pequeño retraso en la incorporación del parque a Patrimonio. Pero ya está subsanado", justifica escuetamente una portavoz de la Concejalía de Medioambiente. Es decir, que a Patrimonio le compete el mantenimiento de plazas como ésta y hasta que no se ha incorporado entre sus competencias no se ha pasado una escoba.

El retraso se solucionó rápidamente. Ayer, sobre las ocho de la tarde y tras la llamada de este periódico, el Ayuntamiento envió un equipo de limpieza que Mari Carmen veía desde su ventana. "Ya lo están limpiando todo", retransmitía por teléfono.