La emperatriz Sisí luce de nuevo su famoso diamante de diez puntas

¿En cuántos fastos y recepciones, en el palacio veraniego de Schönbrunn, habrá lucido su famoso diamante de diez puntas la emperatriz Sisí? La respuesta es incierta. Lo que sí se sabe, en cambio, es que, desde esos lejanos días, la suerte del famoso diamante ha sido dispar. Un robo en 1998, y su recuperación nueve años después en Canadá, para regresar a Austria, son parte de su accidentado periplo. Ahora, el Museo de Viena ha anunciado la adquisición de la joya a un propietario privado, por una suma no especificada.

El mítico diamante de diez puntas ya forma parte de la amplia colección de utensilios, vestidos y retratos de la emperatriz del museo vienés. "Este objeto, con su especial historia, va a completar desde ahora mismo la autentica exposición sobre la vida de la emperatriz Elizabeth", ha anunciado un portavoz del museo. La joya, también conocida como Sisí-Stern, fue robada en 1998 en el Palacio de Schönbrunn de Viena. Nueve años más tarde, las autoridades canadienses recuperaron la pieza, detuvieron al ladrón y devolvieron el diamante a sus legítimos dueños en Austria.

La conocida joya es una de las 27 que Sissí luce en el cabello en uno de sus retratos más conocidos. La pieza es parte de una colección de estrellas, encargada al joyero de la corte austro húngara, por el emperador Francisco José I, esposo de Sisí. Para evitar nuevos robos, el museo ha invertido 10 millones de euros en los últimos años en dotarlo de los sistemas de seguridad y vigilancia más modernos