La Generalitat activa la fase de máxima alerta ante la ola de calor procedente de África

El Departamento de Salud de la Generalitat ha activado hoy la fase 2 (la más alta) del Plan de Actuación para prevenir los efectos de la ola de calor que está previsto que llegue a Cataluña entre hoy y mañana hasta el jueves, cuando se esperan temperaturas máximas superiores a los 40 grados. Esta fase de alerta prevé intervenciones específicas activas en el ámbito de la atención primaria de salud, tanto en domicilio como ambulatorias para las personas más frágiles según el censo. También contempla intervenciones de los servicios sociales en la detección de las personas más frágiles para darles las atenciones adecuadas, redistribuir, en los centros de internamiento, a los pacientes hacia áreas climatizadas, además de servicios telefónicos informativos y de atención.

Sanitat Respon facilitará información y consejos a la población que lo solicite y se coordinará con los servicios asistenciales en caso de detectar personas vulnerables con problemáticas específicas como enfermedades crónicas, tratamientos y gente mayor que vive sola, entre otros. En junio, Salud activó el Plan de actuaciones para prevenir los efectos de una posible ola de calor sobre la salud de los ciudadanos (POCS), que identifica una población de entre 12.000 y 14.000 personas como las especialmente vulnerables entre las 66.000 que reciben asistencia domiciliaria.

Grupos de riesgo

Dentro de este colectivo, unas 500 son consideradas frágiles y son seguidas por atención telefónica mediante el servicio Sanitat Respon. En este grupo de riesgo extremo figuran gente que vive sola y sin cuidador, con limitación de autocuidado y enfermedades crónicas. Salud, junto al Departamento de Medio Ambiente a través del Servicio Meteorológico de Cataluña, puso en marcha el POCS el 1 de junio y está previsto que esté activado hasta el 15 de septiembre. El plan, que se activó por primera vez en 2004, incluye la predicción con la máxima antelación de las situaciones meteorológicas de riesgo y la minimización de los efectos negativos de una posible ola de calor.

El calor excesivo y sostenido comporta un aumento de la mortalidad, especialmente en la tercera edad y en las personas con enfermedades crónicas, y también un incremento de ingresos no programados en los hospitales. Población de más de 75 años, bebés, discapacitados físicos y psíquicos con movilidad reducida y los enfermos crónicos, las personas que viven solas y las que viven en situación precaria son los sectores más vulnerables.