Tráfico instalará 500 radares en tres años para reducir el exceso de velocidad en la carretera

En los próximos tres años, la Dirección General de Tráfico instalará 500 radares en tramos de las carreteras españolas considerados especialmente peligrosos. Además, avisará de su colocación a los conductores para tratar de reducir el número de accidentes en los que la velocidad es el factor principal. Así lo ha anunciado hoy el ministro del Interior, José Antonio Alonso, junto al director general de Tráfico, Pere Navarro, en la presentación de un plan contra la velocidad excesiva para evitar un 10% de las muertes en las carreteras.

Según ha explicado el ministro, el exceso de velocidad es el factor clave en un 23% de los accidentes de tráfico que se producen cada año. En este en concreto, ha sido el origen de más de 11.000 siniestros, ocasionando 1.111 muertes. Por ello, se ha elaborado el Plan de Instalación de Radares Fijos, en un intento de fomentar el control de la velocidad. Así, Tráfico señalizará anticipadamente su existencia mediante los paneles de información situados en las carreteras, además de hacer público el mapa de la colocación de estos radares, algunos de los cuales podrían estar ya colocados en la operación del próximo verano.

Según Alonso, el objetivo del plan, con un presupuesto de 55 millones de euros, es disminuir drásticamente los excesos de velocidad y la velocidad media de circulación en carretera, y permitirá recuperar a agentes de tráfico para la vigilancia de otros servicios. Además, el ministro ha asegurado que esta medida creará una demanda para la instalación en los vehículos de reguladores de velocidad. Según ha explicado, el plan "se dirige no sólo a la sanción, sino a la sensibilización de los conductores, que van a saber que su velocidad está controlada y que si superan la velocidad permitida van a ser sancionados".

800 radares en 2007

El plan de instalación de radares comenzará el año que viene con la colocación de 125 aparatos, que se situarán en los pórticos de señalización o en los márgenes de las autopistas y autovías- En 2006, se colocarán 175, mientras que en 2007 serán 200, estos últimos también colocados en carreteras, y siempre en los tramos considerados peligrosos que sean indicados por las jefaturas provinciales de Tráfico y los subsectores de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Al final del periodo, Tráfico calcula que controlará la velocidad a través de un total de 800 radares, ya que la Guardia Civil ya tiene desplegados otros 300 aparatos móviles. En la actualidad, apenas hay instalados 14 radares fijos en las carreteras españolas, 1 en la A-2 en San Fernando (Madrid), 8 en las Rondas de Barcelona, 3 a la entrada de los túneles del Despeñaperros, en la A-4 y 2 en Santander.

El director general de Tráfico, Pere Navarro, ha asegurado que el control de la velocidad "tiene un objetivo preventivo" y que el Plan persigue reducir en un 10% el número de víctimas mortales. En 2003 se produjeron 99.987 accidentes de tráfico con víctimas, que ocasionaron 5.399 muertos. La velocidad como factor concurrente aparece en 11.174 de estos siniestros, es decir, en el 23% de los casos, que ocasionaron 1.111 muertos (el 28% del total anual).

Según la DGT, la medida de instalar radares fijos para conseguir que disminuya la velocidad media ya ha sido aplicada con resultados positivos en otros países europeos. Por ejemplo, en el Reino Unido están instalados 1.000 equipos automáticos de control de velocidad y en los Países Bajos 350. En Francia, donde comenzaron a instalarse en 2003, habrá 700 radares fijos al finalizar el año 2005. En esta país, se ha conseguido con la aplicación de esta medida una reducción del 25% en el número de víctimas mortales y una disminución del 10% en la velocidad media de la circulación.