Rescatados del olvido los restos de los milicianos fusilados en Piedrafita

Asunción sabía dónde estaba la fosa común dónde fueron enterrados los 37 soldados republicanos fusilados tras la Guerra Civil. Incluso había dibujado un mapa, para que la memoria permaneciese aunque ella, que ya tiene 87 años, muriese. Ahora, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica ha comenzado a desenterrar los restos de los milicianos asesinados en Piedrafita de Babia hace ya más de 65 años.

La aparición de los primeros huesos parece dar la razón a la memoria de Asunción Álvarez Méndez e Isabel González Losada (de 85 años), parientes de algunos de los fusilados, que no han podido olvidar nunca la existencia y ubicación exacta de la fosa, en la cuneta de una carretera cerca del pueblo leonés.

Las tumbas las están desenterrando desde esta semana cuatros arqueólogos y 12 voluntarios de 10 países, convocados por la ONG Servicio Civil Internacional. Entre ellos hay una israelí, una estadounidense, y hasta una suiza de 72 años, que tuvo unos amigos republicanos españoles exiliados y quiere así rendirles un homenaje.

Los trabajos comenzaron el lunes, y el pasado jueves encontraron el primer cráneo. Junto a él se han localizado huesos pertenecientes a al menos tres personas, diversos botones, el trozo de un abrigo...

Después de este campo de trabajo habrá otros, no sólo en El Bierzo, porque en casi toda España hay fosas como la de Piedrafita. Pretenden incluso recuperar el cadáver de Federico García Lorca. Ya el año pasado lograron desenterrar los restos de 13 personas para entregárselos a sus familiares.