Domingo Mirón (Grupo UAX): “Sé que es irracional, pero los toros son mi debilidad”
El consejero delegado del conglomerado educativo ha corrido cinco maratones: “Tengo el deporte incrustado en mi vida”, dice


Domingo Mirón (Madrid, 1965) lleva casi año y medio al frente del Grupo UAX, un conglomerado educativo pilotado por la Universidad Alfonso X El Sabio y con sus ramificaciones en la escuela de negocios de nuevas tecnologías The Valley, en la Formación Profesional a través de Xtart y con MIR Asturias. Con 30.000 alumnos, el volumen de negocio que manejan estas instituciones se aproxima a los 200 millones de euros. A punto de estrenar el campus de Málaga en septiembre, Mirón (Madrid, 1965) se muestra apasionado por el proyecto que lidera.
Pregunta. ¿Es más de hablar o de escuchar?
Respuesta. Cuando era joven, era más de hablar. Ahora soy más de escuchar. Uno aprende más calladito y escuchando a otros que saben más que tú.
P. ¿Más de enseñar o de aprender?
R. Tengo que reconocer que soy más de enseñar. Me gusta más. Otra cosa es que aprenda más que enseño. Dedico mucho tiempo al equipo. Creo que se me da bien. Aunque soy muy curioso y leo de todo, cualquier papel que cae en mis manos. Es autoaprendizaje.
Pag. ¿Dónde va a ir de vacaciones y cuánto tiempo?
R. Iré a Asturias. Tengo una casa en Vidiago, un pueblo encantador y chiquitito. Me voy a finales de julio, cuando el curso esté cerrado, iré a pasar tres semanas. Me gusta volver en agosto, antes de que acabe, para arrancar el año de forma progresiva. Lo he hecho así toda mi vida.
Pag. ¿Siempre va a Asturias?
R. Cada cinco años nos vamos lejos dos o tres semanas. La familia. Mi mujer y mis hijos. Hace dos veranos estuvimos en Perú.
P. ¿Cuántos hijos tiene?
R. Tengo cuatro hijos. Uno más tres. El mayor es independiente y luego tengo trillizos de 23 años que son autónomos.
P. ¿Ha sido difícil tener tres hijos a la vez?
R. Exige mucha dedicación, pero es muy eficiente tener tres hijos de golpe. Todas las tareas de cuidado las industrializas. No creo que generen muchísimo más trabajo que un hijo. Comen del mismo plato y con la misma cuchara.
P. ¿Su mujer estaría de acuerdo con esas afirmaciones?
R. Mi mujer ha sido promotora de la industrialización. Nos lo dijo el pediatra, que teníamos que buscar la eficiencia.
P. ¿Qué hace en su tiempo libre?
R. Soy muy movidito. Hago deporte. Antes corría mucho. He hecho cinco maratones [en Nueva York hace diez años logró finalizar con una gran marca: 3,14 minutos, el número Pi, dice como buen matemático de formación]. Pero la edad no perdona. Ahora hago un día de fuerza en el gimnasio, otro día corro, otro hago natación y otro bici. Intento mezclar las cuatro actividades. Tengo el deporte incrustado en mi vida. Luego, lectura. Pero no soy compulsivo, todos los días leo un ratito y los fines de semana más. Y mucha familia y cualquier expresión artística. Estoy abonado a la ópera y a la zarzuela. No me pierdo los museos de Madrid, raro es que no vea cuatro o cinco exposiciones al año. Y la escena me impresiona, el ballet, la música...
P. ¿Cuál ha sido la última exposición y la última obra de teatro?
R. La última exposición ha sido Proust a través del arte, en el Thyssen. Me impactó. Y la última zarzuela, hace dos domingos, La tabernera del puerto. Veo de todo.
P. ¿Y qué libro está leyendo?
R. Me he sesgado a aprender de educación en los últimos 15 meses y ahora estoy leyendo Educación universal, de Moreno y Gortázar, y Misión de la universidad, de Ortega y Gasset. Además, he leído la biografía de Juan Belmonte.
P. ¿Le gustan los toros?
R. Sí, me gustan. Sé que es irracional y estoy de acuerdo con las críticas a la tauromaquia, pero es mi debilidad y voy a las corridas. La última ha sido la de Roca Rey en la Feria de San Isidro.
P. ¿Qué le hace vibrar?
R. Mis hijos, que están en una edad dulce, se hacen valiosos para la sociedad en la que viven y me emocionan sus pequeños logros.
P. ¿Qué le enfada?
R. Me enfada mucho la intolerancia en el sentido de no poder debatir intelectualmente casi sobre cualquier cosa. Y no es un problema solo de España, sino de todo Occidente. Lo echo mucho de menos. Me rebela que no pueda haber un debate intelectual. Me cuesta incluso con la familia y los amigos discutir sobre temas estructurales como la forma de construir una sociedad mejor.
P. ¿Qué es un lujo para usted?
R. Soy creyente y para mí es un privilegio levantarme cada mañana y tener a los que quieres cerca de ti y disfrutar de ellos. Soy muy afortunado.
P. ¿Tiene estrés?
R. No. En toda mi vida puedo contar con los dedos de una mano las noches de no dormir.
P. ¿Cuál es el sueño que le queda por cumplir?
R. Me haría mucha ilusión tener nietos y poder ir a esquiar con ellos y mis hijos, las tres generaciones.
P. ¿Usa inteligencia artificial?
R. Sí, la uso. Le pido que me ayude sobre todo con las notas de resumen tras las reuniones. Y voy a empezar ahora a pedirle planes de acción a partir de las notas de reunión.
P. ¿Y redes sociales?
R. Sólo uso Linkedin. No tengo tiempo.
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