Harvey AI, participada por OpenAI, impulsa en España sus servicios legales de IA

Harvey AI, start-up estadounidense reconocida por sus herramientas de inteligencia artificial (IA) para las tareas del ámbito legal, ha acelerado su expansión internacional. Así, la firma, participada por la popular OpenAI, está reforzando su presencia en España, donde ha empezado a contratar profesionales en Madrid, según explica su cofundador y presidente, Gabe Pereyra, en un encuentro con este periódico. El directivo, que participó en el Centro LawAhead de la Abogacía de IE Law School en IE University, señala que su compañía quiere trabajar con despachos de abogados y grandes empresas en España.

En este sentido, Harvey cerró el pasado año un acuerdo estratégico con Repsol, con el que la compañía energética pasaba a incorporar la IA generativa de la start-up al trabajo diario de su área jurídica. “Estamos ya en 58 países y el objetivo es ser mucho más grandes”, dice Gabe Pereyra, quien añade que la compañía “quiere concentrarse más en Europa”.

La firma crea y desarrolla herramientas avanzadas que agilizan las tareas en el ámbito legal, ayudando a los despachos de abogados y a los equipos internos de grandes empresas a trabajar de forma más rápida e inteligente. Sus productos están diseñados para analizar contratos, redactar documentos y resumir el material de los casos, reduciendo así las horas que los abogados dedican al papeleo repetitivo. Estas herramientas liberan a los profesionales del derecho de las cargas administrativas para que puedan centrarse en la estrategia y la relación con los clientes. Pereyra, que anteriormente trabajó como científico investigador en DeepMind y como ingeniero en Meta, señala que la tecnología de Harvey ayuda al abogado en sus trabajos sobre un litigio o una transacción para un cliente, y contribuye a la mejora de la productividad del propio letrado y del conjunto del equipo.

Pereyra señala que las barreras éticas están aseguradas, y respetan la confidencialidad, la privacidad de los datos y los requerimientos de los clientes.

En su crecimiento, Harvey cuenta con un fuerte respaldo de grandes inversores, entre los que figuran Andreessen Horowitz, la sueca EQT, Sequoia Capital, Coatue Management, Elad Gil, Google Ventures, Kleiner Perkins y la citada OpenAI, a través de OpenAI Startup Fund. De hecho, la start-up ha cerrado varias rondas de financiación, la última recientemente (según The New York Times, de 160 millones de dólares), con las que ha captado cerca de 800 millones de dólares. La start-up ha alcanzado una valoración de 8.000 millones, según Bloomberg, que recuerda que en la ronda que se hizo en febrero, la empresa ya se valoró en 3.000 millones.

Pereyra, que no hace comentarios sobre la última ronda, explica que la compañía ve la financiación como una forma de ayuda a escalar el negocio. “La usamos como una herramienta para crecer rápidamente”, dice el directivo, quien añade que si la firma lo necesita captará más fondos. “El objetivo es continuar con la escala, para que podamos servir a todos nuestros clientes internacionalmente”, señala.

Con respecto a la relación con OpenAI, el directivo cree que, a medida que los modelos mejoren, competirán indirectamente con todos, si bien deja claro que la start-up de Sam Altman no es un competidor directo. “Fueron nuestros primeros inversores, trabajamos de forma cercana y nos encantó trabajar con ellos. Nos han ayudado a mejorar nuestros modelos”, dice el ejecutivo, quien precisa que, a medida que se construyen estas compañías usando sus modelos, se debe pensar realmente cuál es el valor que estás proporcionando.

En términos generales, el directivo ve un gran cambio en la industria legal desde que su empresa llegó al mercado hace tres años. En su opinión, las compañías están muy activas con el uso de esta tecnología, tras haber estado experimentando con ella. “Las empresas legales se han dado cuenta de que tienen que adoptar esta tecnología y empezar a pensar sobre qué hacer con ella”, dice Pereyra, quien añade que se va a generar una conversación interesante entre las empresas legales y sus clientes.

Pereyra cree que la tecnología de la IA está cambiando todo muy rápido. “Silicon Valley es un indicador, yo uso esta tecnología de seis a ocho horas al día, y nuestro equipo de ingeniería y la mayoría de los equipos de ingeniería en Silicon Valley la utilizan. Creo que hay una sensación profunda entre las personas de que han sido los principales adoptadores de esta tecnología que va a cambiar la manera en la que los individuos trabajan”, señala.

Ante los comentarios sobre si hay una burbuja en la IA, Pereyra señala que cuando era más joven pasó mucho tiempo pensando sobre los mercados financieros, y precisa que la cuestión principal con la que se quedó fueron las palabras de Warren Buffett en las que decía que lo bueno era “olvidar el ruido del mercado”. Según el directivo, la IA va a ser la próxima versión de los computadores personales y de internet, “y tengo mucha convicción”. En su opinión, habrá fluctuaciones en los mercados en los próximos años, pero cree que hay mucho valor que se puede crear con estos sistemas. “Somos afortunados porque tenemos el apoyo de los inversores y del equipo, podemos ignorar algunas cosas y enfocarnos en desarrollar los mejores productos para nuestros clientes”, indica.