Cientos de personas marchan en Madrid para que se garanticen las pensiones públicas

Medio millar de manifestantes marcharon este sábado por el centro de Madrid convocadas por la Mesa Estatal por el Blindaje de las Pensiones (MERP) para exigir que que no se privaticen ni se recorten las prestaciones. La marcha, que se viene repitiendo en los últimos meses con convocatorias en toda España, ha transcurrido entre la plaza de Jacinto Benavente y la calle Atocha de la capital, y estuvo integrada por representantes de quince asociaciones de las 225 que integran la plataforma, así como por responsables de Más Madrid, Recupera Madrid y la Federación Regional de Vecinos.

En en discurso de cierre de esta convocatoria, Sara García, coportavoz de la mesa, explicó que el artículo 50 de la Constitución habla de “pensiones adecuadas, pero no de pensiones públicas”. Los convocantes exigen que la Carta Magna reconozca expresamente el carácter público de estas prestaciones y garantías para que los jubilados no pierdan poder adquisitivo. Joanen Cunyat, coportavoz de la mesa, subrayó que la protesta no quiere ir contra nadie, y que pese a las distintas posiciones ante la reforma de las pensiones que tienen las organizaciones convocantes, les une un único objetivo: “Que no nos dividan, porque lo más importante es la unidad”. Cunyat explicó que con el blindaje lo que quieren es que se prohíba expresamente la privatización”.

Otras protestas

También en la capital, varias decenas de personas participaron en una manifestación convocada por el sindicato CGT contra la subida de precios y por la recuperación del poder adquisitivo de los salarios. La marcha transcurrió entre las sedes de la CEOE y el Ministerio de Economía para “visibilizar el descontento y el hartazgo de millones de personas”, por la “brutal subida de precios y el encarecimiento de servicios y bienes básicos”. Los manifestantes denunciaron que cada vez es más difícil llevar una vida digna con las subidas del transporte, la energía, los alimentos o las hipotecas. “Las familias tienen que elegir entre pagar sus hipotecas, las facturas o comer”.