OHLA reduce su deuda con la indemnización que pagó Madrid por el fallido proyecto del tren a Navalcarnero

Después de que en 2021 llegasen los primeros beneficios en cinco años, el saneamiento de la constructora OHLA sigue calando en las cuentas. Las presentadas este jueves después del cierre de la Bolsa, correspondientes al primer trimestre del año, mejoran varias magnitudes respecto al mismo periodo del año pasado: la constructora ingresó 642,7 millones, un 8% más; su resultado de explotación pasó de 14 a 18 millones; las pérdidas netas se recortaron de 20 millones a 12 y la plantilla creció en 1.339 personas, hasta las más de 23.000.

La cartera de obras contratadas a 31 de marzo de 2022 asciende a 5.971 millones, lo que les garantiza una actividad mínima de 23,3 meses y supone un crecimiento del 2,8% respecto de la cartera total a marzo de 2021. En esa cartera los mercados están muy equilibrados: Europa representa el 36%, Estados Unidos un 34% y Latinoamérica un 29,3%. No incluyen aquí contratos ya anunciados, como el 50% de la Termotécnica Coindustrial, un nuevo proyecto concesional en Bogotá (Colombia) de unos 314 millones de euros que se materializará este segundo trimestre.

Del mal resultado neto, la compañía que preside el mexicano Luis Amodio explica que se ha visto perjudicada por el efecto del tipo de cambio. En cambio, en el primer trimestre el grupo ingresó los 162 millones que la Comunidad de Madrid pagó (con cuantiosos intereses) por el tren de Móstoles a Navalcarnero, una infraestructura abandonada por la que nunca ha pasado un tren y que fue impulsada por el gobierno de Esperanza Aguirre. Ese dinero lo ha utilizado la constructora para cancelar el préstamo ICO que tenía por 54 millones, amortizar obligaciones con vencimiento en los años próximos por otros 43 millones y pagar gastos operativos. Y el resultado ha sido el menor apalancamiento: pasó de 318 a 162 millones. El asunto, sin embargo, puede no haber concluido: el Gobierno regional comunicó a la Asamblea en diciembre que la constructora reclama otros 53,4 millones de euros por la parte de la infraestructura que está terminada.

Este primer trimestre también ha llegado otra pequeña buena noticia para la compañía. En marzo, la agencia de calificación de crédito Moody´s anunció la mejora del rating corporativo a B3 con perspectiva positiva. Pasa de una nota mala con riesgo de impago a una que, si bien mantiene el grado especulativo, reduce ese riesgo.

En la rama de construcción la rentabilidad aumentó, pasando de un 3,7% a un 4,4% sobre ventas. Sin embargo, la compañía advierte de que la inflación puede dar alguna que otra sorpresa este año. “OHLA está realizando un seguimiento detallado por geografía, proyecto y cliente para estudiar potenciales impactos en el grupo. En función de lo anterior, existe el riesgo de que durante el presente ejercicio los resultados puedan verse afectados”. La cartera de pedidos de construcción alcanza los 4.929 millones, mejora ligeramente gracias a proyectos en Chile, España e Irlanda. En Servicios la facturación llegó a los 93,2 millones, un 11,9% más por el empuje de la limpieza y los mantenimientos. El grueso de las inversiones, de 24 millones, se concentran en el proyecto Canalejas de Madrid y en Bio Bio, la construcción de cuatro hospitales en la región chilena de ese nombre. Las acciones han cerrado este jueves a 0,75 euros y la empresa vale en Bolsa 443 millones.