El cobre lastra a Chile

 Desde 2010 y hasta 2012, Chile había crecido a un ritmo sostenido y apreciable, por encima de un envidiado 5%. En 2013, la tendencia comenzó a invertirse (4,2%), y se acusó en 2014, (crecimiento de sólo un 1,9%). El Gobierno de Michelle Bachelet, del Partido Socialista de chile, confiaba en volver a invertir las gráficas y apuntó a 2015 como el año de la recuperación hacia esa prosperidad envidiable. No será así. Los expertos del Fondo Monetario Internacional han rebajado de nuevo sus predicciones para el país. En abril confiaban en que creciera por encima de un 2,7%. Al final, según el informe presentado hoy en Lima, Chile se tendrá que conformar con un 2,3%. Para el año que viene las previsiones apuntan a un leve ascenso: 2,5%. El desempleo pasará del 6,4% en 2014 al 6,6% en 2015 y escalará hasta el 7,0% el año que viene.

Los especialistas han destacado la clave que impide a Chile, con una inflación que este año llegará al 4,4%, contenida comparada con la argentina o brasileña, volver a las cifras de hace año: el desplome del precio del cobre.

En julio, la libra de cobre se pagó a 2,36 dólares, su precio más bajo desde 2009. La menor inversión de China y su menor necesidad de este producto para sus infraestructuras acarreó que el precio bajara. Y la economía entera de Chile, que es el principal exportador de este mineral, con un tercio de la oferta mundial, se resintió. No es algo extraño que en este país, al lado de la cotización del dólar con el peso, se apunte también la del precio de la libra de cobre.

A la incerteza económica que proviene del exterior y que afecta al nervio principal de la producción chilena se suma la crisis política: Bachelet ha sido muy contestada desde que comenzó su segundo mandato en marzo de 2014, con un índice de popularidad muy bajo y acosada por escándalos de tráfico de influencias que salpicaron a su hijo, Sebastián Dávalos.