Montoro vincula la reforma fiscal a cambios en el sistema de financiación

No es lo mismo presentar un mal dato de déficit o tener que ofrecer explicaciones sobre los errores de la Agencia Tributaria que apoyar el trabajo de un grupo de prestigiosos intelectuales. Con una amplia sonrisa y más relajado que en los últimos días, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, presentó este martes a los economistas que definirán cómo serán los impuestos que pagará usted a partir de 2015.

El ministro vinculó la reforma en el sistema tributario español con los cambios en el modelo de financiación autonómica y local. Cuando esté definida la nueva estructura tributaria habrá que “abordar inmediatamente la reforma de la financiación autonómica y local”, precisó Montoro. El Gobierno pretende que la reforma fiscal esté lista a finales de febrero de 2014 para que entre en vigor en 2015 junto con el nuevo modelo de financiación regional.

De esta forma, cuando el Gobierno sepa de cuanto recaudará podrá definir el reparto de esos ingresos entre las diferentes administraciones. El Ejecutivo abre así la puerta a que las comunidades puedan disponer de más recursos con el próximo sistema de financiación como reclaman con insistencia.

El titular de Hacienda y Administraciones Públicas también precisó que el análisis que harán los expertos será amplio y afectará a todos los impuestos de todas las administraciones, incluidos autonómicos y locales.

Fuentes del Gobierno admiten que entre las figuras tributarias a analizar está el impuesto de Patrimonio, de titularidad estatal, pero cedido a las comunidades. La idea es cederlo completamente a las autonomías pero fijando una regulación de mínimos. Algo parecido ocurre con el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) que recaudan los Ayuntamientos. El Ejecutivo también pretende poner orden en toda la maraña que forma la legislación autonómica en materia de medio ambiente.

Aunque Montoro no dio pistas sobre por donde irá el nuevo sistema fiscal si detalló los principios que deben inspirar: la suficiencia para que se generen los recursos necesarios para sufragar los gastos públicos de todas las administraciones; la eficiencia, para estimular el crecimiento y la creación de empleo, y la equidad para garantizar la contribución en función de la capacidad económica.

El presidente del grupo de expertos, Manuel Lagares, que ya lideró al grupo que planteó la reforma de 1998 con el Gobierno de Aznar, aseguró que confía en que “esta reforma sea la que adapta el sistema tributario a las consecuencias de la crisis económica y a la globalización y que permita la creación de empleo y el crecimiento”.

Lagares indicó que disponen de poco tiempo para todo el trabajo que tienen por delante. Por eso, garantizó que trabajarán durante el verano y las navidades para tener listo la propuesta. “Solo pido luz como Goethe”, dijo, “para cumplir con honor esta honrosa tarea”.