Aragón intentará financiarse a través de los mercados para evitar pedir el rescate

“En este momento esperamos recibir la financiación directamente de los mercados”. Así ha intentado zanjar la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, la duda sobre si la comunidad autónoma que dirige se acogerá al Fondo de Liquidez Autonómico. El gobierno regional tiene un vencimiento de deuda de unos 253 millones de euro, un 10,2% del PIB autonómico.

Sin embargo, no ha descartado que tenga que acogerse al fondo de rescate. Las cuentas de la comunidad de Aragón están siendo revisadas por el Gobierno de España, y según ya había declarado el consejero de Hacienda, José Luis Saz, la autonomía pedirá ayuda “si eso significa obtener financiación más barata”. Aragón acumula una deuda de 3.403 millones de euros, el 10,9% del PIB y paga un 4,9% de interés por los bonos a tres años.

Al respecto Luisa Fernanda Rudi ha reiterado que intentarán cumplir con el límite del déficit impuesto. “Esperamos poder solucionar nuestras necesidades de tesorería que son las previstas en el presupuesto” ha dicho la presidenta regional a pesar de que la financiación bancaria se ha frenado en los últimos meses y que la recaudación por el impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados (ITP y AJD), uno de los más importantes para las comunidades porque lo gestionan ellas mismas, se ha reducido casi un 23% entre enero y abril de este año. La presidenta autonómica, que ha impartido una ponencia en un curso sobre jurisprudencia en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, ha asegurado que han encontrado “nichos de ahorro” en el presupuesto y que con estos “ajustes” no se perjudicará la calidad de la gestión.

Uno de los nichos parece ser el de la sanidad. El sindicato mayoritario de personal sanitario aragonés CEMSATSE ha convocado una huelga del sector a partir del 24 de septiembre por los reajustes de personal y recursos. La presidenta regional ha intentado quitar hierro al asunto justificando que el gasto sanitario ha crecido de forma desmesurada y ha alegado que son diferencias “normales” pero que se está negociando.