La crisis de deuda frena el crecimiento de Alemania en el segundo trimestre

El Ministerio alemán de Finanzas ha avanzado este viernes que el crecimiento de la primera economía europea se ha frenado en el segundo trimestre y que las perspectivas para la segunda mitad del año son de un avance “moderado”. Según el informe que mensualmente publica este departamento, correspondiente al mes de julio, el crecimiento del PIB se situó por debajo del repunte del 0,5% que registró entre enero y marzo.

Sin dar cifras concretas, el Ministerio justifica su advertencia en las últimas caídas registradas en la producción industrial y el debilitamiento de la confianza empresarial que ha venido provocada por el recrudecimiento de la crisis en la eurozona. "La imagen general de los indicadores indica un desarrollo moderado del producto interior bruto (PIB) para el resto del año", apunta el documento.

La demanda interior, "el soporte más importante del crecimiento económico en Alemania" en la actualidad, y la subida suave pero constante de la ocupación laboral seguirán manteniendo el pulso del crecimiento en Alemania, argumenta el texto. Esto compensa parcialmente el derrumbe de las exportaciones, el puntal tradicional de la economía germana, y el "debilitamiento de la dinámica exportadora" previsto por el Ministerio de Finanzas para el resto del año. Además, el informe mensual indica que el Ministerio de Finanzas cuenta con que la actividad industrial en Alemania se mantenga un "caminar tranquilo" en el segundo semestre de 2012.

Por último, el departamento que dirige Wolfwang Schäuble valora la relajación de la inflación, que en junio volvió a caer ligeramente en la mayor economía europea. "El clima de precios en Alemania se ha tranquilizado aún más" debido al retraimiento de la coyuntura económica global, razonó el documento.

Un sondeo realizado entre analistas por Reuters apunta a que el PIB crecerá un 0,2% en el segundo y el tercer trimestre y en un 0,3% en los últimos tres meses del año. Hasta el momento, Alemania se ha mantenido en gran parte inmune a los problemas de la zona euro y ha ayudado al bloque a evitar la recesión con su expansión del 0,5% en el inicio del año.