CatalunyaCaixa suspende pero no necesitará más capital que el del FROB

CatalunyaCaixa ha suspendido, por segundo año consecutivo, las pruebas de resistencia a la banca europea realizadas por el supervisor europeo (EBA). Pese a ello, según destaca la propia entidad en un comunicado, no necesitará captar capital adicional ya que, además de los 1.718 de ayuda pública que ha solicitado al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria, cuenta con las proviciones anticíclicas -que no computan para el resultado de las pruebas unificadas a nivel europeo- y los recursos obtenidos por la venta de un 1,63%, cuyo dinero no llegó a tiempo para incluirse en los balances de CatalunyaCaixa.

Según los resultados de la EBA, el capital de máxima fortaleza de la entidad resultante de la integración de la antigua Caixa Catalunya y las cajas de Tarragona y Manresa baja al 4,8% en el caso de un deterioro económico severo, el peor de los escenarios previstos en las pruebas y que contempla tensión en el crecimiento del PIB, inflación, desempleo, variación de tipos de interés y variaciones de los precios de los inmuebles comerciales y residenciales. Por tanto, no supera el mínimo del 5% que separa el aprobado del suspenso.

Sin embargo, CatalunyaCaixa destaca que, si se tienen en cuenta las provisiones genéricas, que mejoran esta ratio en 1,1 puntos porcentuales, y los fondos obtenidos de su desinversión en Repsol, que aporta otro 0,4%, el capital de la caja se eleva al 6,3%, lo que equivale a unos 650 millones sobre el 5% requerido.

La entidad recuerda que las provisiones genéricas otorgan un colchón de garantías para las situaciones de deterioro contempladas en los test de estrés, pero no cuentan para el análisis de la EBA porque no están vinculadas a operaciones morosas concretas. "La metodología inicial de las pruebas de estrés no las ha incluido y su aplicación se ha considerado con posterioridad al resultado inicial, atendiendo que es una casuística específica de las entidades financieras españolas", argumenta.