Caixa Penedès entierra la fusión con Caixa Laietana

El mapa catalán de cajas cuenta con dos fusiones en marcha que recibirán su respectiva luz verde el próximo 17 de mayo. Pero la tercera integración que se había empezado a negociar en noviembre pasado, que implicaba a Caixa Penedès y Caixa Laietana, quedó congelada por desavenencias sobre el proyecto antes de las pasadas navidades. Sin embargo, ambas partes mantenían cierta ambigüedad sobre las posibilidades de retomar una negociación en firme, asegurando que, pese a la suspensión temporal del proceso, se mantenían los contactos entre ambas partes.

Hoy, Caixa Penedès, hasta ahora tercera caja de Cataluña por tamaño, ha dado por enterrada la fusión con Laietana. El carpetazo ha pasado incluso por el consejo de administración de la entidad que dirige Ricard Pagès. La prioridad de esta entidad financiera es negociar con cajas de fuera de Cataluña, a través de una fusión fría o SIP (Sistema Institucional de Protección), que posibilita una fórmula de cooperación que permite a las distintas cajas compartir liquidez y riesgos de crédito y que las ayuda a reducir costes. "Se trataba sólo de reflejar la realidad, de clarificar las cosas a los inversores", explica Penedès, que junto a su entonces potencial socia había informado oficialmente a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de su negociación y plan de reestructuración.

Penedès y Laietana, que dirige Josep Ibern, nunca han querido airear cuáles han sido los motivos que han frenado las posibilidades de acuerdo. En el mercado se ha hablado de diferencias entre ambos y sobre sus prioridades, que las cajas niegan. También, sobre todo, del peso que debería tener cada entidad en la resultante. También se ha especulado con diferencias sobre las sedes. Penedès es mucho mayor que Laietana, que goza sin embargo de fuerte implantación en la zona del Maresme. Ninguna miró a la otra como primera opción cuando se inició el baile de las fusiones. De hecho, Laietana insistió en que intentaría seguir sola todo el tiempo que pudiera, pero la recomposición del mapa de cajas las hizo explorar en serio una operación que hubiera gustado al Gobierno catalán.