Un acuerdo de última hora permite desconvocar la huelga en Pemex

La dirección y el sindicato de Petróleos Mexicanos (Pemex), tras mantener al país en vilo durante semanas, han alcanzado hoy un acuerdo salarial para evitar el inicio de una huelga en la principal empresa pública de México. Esta amenaza de huelga, sumada a las turbulencias externas, causaron una fuerte volatilidad en los mercados financieros y llevaron a los expertos a advertir de que México no lograría cumplir este año sus metas macroeconómicas.

El director de Pemex, Raúl Muñoz Leos, y el líder del sindicato petrolero, Carlos Romero Deschamps, han anunciado esta noche que acordaron incremento salarial, por lo que se ha desconvocado la huelga programada para el próximo miércoles, la primera desde la fundación de la empresa en 1938.

El presidente de México, Vicente Fox, ha felicitado a las partes por haber conseguido ahuyentar el fantasma de un paro que habría ocasionado pérdidas millonarias al país, pero ha advirtido de que, pese a la solución al conflicto laboral, las investigaciones sobre el Pemexgate, el presunto desvío de 160 millones de dólares de la compañía petrolera hacia el ex gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), "seguirán su curso".

Las negociaciones salariales en Pemex comenzaron en julio, pero se vieron seriamente obstaculizadas a mediados de septiembre cuando las autoridades solicitaron el desafuero de tres líderes sindicales, todos ellos legisladores del PRI, por su presunta participación en el Pemexgate.

Denuncias de chantaje

Desde entonces, la amenaza de una huelga en la quinta productora de crudo del mundo se hizo cada vez más real y obligó a autoridades, políticos y empresarios a instar a las partes a alcanzar un acuerdo "por el bien del país". Además, el Gobierno llegó a decir que el sindicato petrolero le estaba "chantajeando" con la huelga para eludir las denuncias por corrupción existentes en su contra.

Sin embargo, apenas unas horas antes de acudir ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, el organismo gubernamental encargado de mediar en los conflictos laborales, la dirección y el sindicato anunciaron un acuerdo que consiste en un incremento salarial del 5,5% más un 1,8% en prestaciones sociales con retroactividad al 1 de agosto pasado. Durante semanas, los trabajadores habían exigido un alza del 15%, frente al 5,5% que ofrecía la empresa.