Arenas recupera al final el mensaje de paro, despilfarro y corrupción

Cuando llega el final de una campaña electoral, los mensajes de los partidos a los votantes, más que sintetizarse -como gustan decir los dirigentes políticos para intentar tapar la desnudez de sus intenciones-, se vuelven simples, directos. Y en ocasiones, los estrategas optan llanamente por fórmulas trilladas que pueden parecer toscas, pero que a pocas horas de la cita con las urnas se presentan como el camino más corto y seguro de arañar los últimos votos. Es lo que ha hecho el PP de Javier Arenas en la recta final: recuperar la trilogía de paro-despilfarro-corrupción que tan efectiva fue para José María Aznar en 1996 en su combate con Felipe González.

Los primeros días del periplo de líder del PP andaluz -que según dice su organización ha recorrido 5.000 kilómetros- la idea principal ha sido la necesidad del cambio para salir de la crisis, combinada con propuestas de reformas y pactos genéricos, siempre con el telón de fondo del empleo. Que los socialistas criticaban la gestión de los gobiernos autónomos populares en educación, dependencia y sanidad, Arenas y el resto de dirigentes a los que llegaba la guía de campaña respondían: "El peor recorte social son los 1,2 millones de parados". También: "La mejor política social es la creación de empleo". Ha valido igualmente para el Presupuesto andaluz de 2012, las pymes, los autónomos, la asfixia local, las obras públicas, las mujeres...

El popular presenta su llegada a la Junta como una operación de limpieza

Sanz: "Amedo fue el único del GAL que no fue al mitin de Dos Hermanas"

Pero conforme se aproximaba la fecha de las elecciones, Javier Arenas ha ido endureciendo su discurso, apuntalado por la irrupción en la escena del caso de las ERE tras las actuaciones de la juez Mercedes Alaya. En los últimos días, el despilfarro y la corrupción han alcanzado el mismo protagonismo del paro, junto con variantes más refinadas como las apelaciones a la regeneración democrática y "la apropiación indebida" de las instituciones por parte de los socialistas. En definitiva, su llegada a la Junta será como una enorme operación de limpieza. Colocó este argumento de forma palmaria el jueves en el mitin de Sevilla, aplaudido por un exultante Mariano Rajoy, y lo volvió a repetir ayer en Huelva y en Cádiz.

Los mensajes en las dos ciudades fueron prácticamente iguales, si bien por la noche, en el cierre oficial de la campaña, Arenas relajó un poco el tono y recurrió a eufemismos que sonaron menos estridentes. En algunas ocasiones sustituyó "corrupción" por "abuso", y "escándalo", por "despilfarro"; pero el trasfondo era el mismo. Incluso jugó al equívoco a la hora de describir cómo su partido había salvado de la degradación a Marbella (Málaga) y El Ejido (Almería), con el sobrentendido de que era el PSOE el que gobernaba los dos consistorios, en lugar del GIL y el PAL de Juan Enciso (exdirigente popular).

Compartió escenario con Teófila Martínez, candidata número uno al Congreso por Cádiz. "Es la que ha transformado el pesimismo en ilusión en Cádiz. A mí me preguntan qué va a hacer Mariano en España y yo en Andalucía. Y ahora digo que vamos a hacer lo que Teófila ha hecho en Cádiz". Arenas habló de Rajoy como presidente y dio por hecho que dará el visto bueno a obras como la autovía entre Huelva y Cádiz o el segundo puente de la bahía gaditana, pendiente de culminar. También anunció que una de las primeras visitas de Rajoy a Andalucía será para hablar del Bicentenario de la Constitución de Cádiz en 2012.

En su último discurso de campaña, aseguró que el cambio es necesario. "Se creen que esto es suyo y le vamos a demostrar que no. Si mandan y mangonean, quieren quedarse pero si no, desprecian Andalucía". También advirtió de que los que han llevado las Administraciones a la quiebra no solo tienen responsabilidades políticas, sino también judiciales. Y puso el ejemplo del Ayuntamiento de Jerez.

El secretario del PP andaluz, Antonio Sanz, fue quien utilizó directamente las tres palabras claves. "Es el momento de echar atrás a los líderes del paro, del despilfarro y de la corrupción". Después arremetió contra los protagonistas de los mítines socialistas. "Creo que Amedo y Domínguez están muy molestos porque eras los únicos del GAL que no habían sido invitados al mitin de Dos Hermanas, donde ya estaban Felipe González y Alfonso Guerra. Me dicen que también Luis Roldán quiso ir, faltaba uno de Filesa", añadió entre risas.

El acto tuvo mucha proyección de futuro, sobre todo respecto a las elecciones autonómicas. "Lo más importante es lo que va a pasar en marzo cuando Javier Arenas se convierta en presidente de la Junta", exclamó sin tapujos el presidente provincial del PP, José Loaiza.