Voto por correo
En estos días, los casi millón y medio de españoles con derecho a voto que residimos en el extranjero estamos recibiendo vía postal el formulario de solicitud de voto para las próximas elecciones generales del 20 de noviembre. El llamado voto rogado. En la misiva se nos insta a adjuntar fotocopia del DNI, pasaporte, certificado de nacionalidad o de inscripción consular y reenviar por correo la solicitud a la correspondiente Delegación Provincial de la Oficina del Censo Electoral. Lo que no se indica es quién y cómo correrá con los gastos ocasionados, por lo que se puede concluir que es el propio elector quien, para ejercitar su derecho constitucional a participar en el proceso electoral, tendrá que abonarlos de su propio bolsillo. Si la mera existencia del voto rogado discrimina al colectivo español en la diáspora, el costear en parte el proceso electoral nos convierte en inmerecidos e involuntarios mecenas y nos relega a ciudadanos de segunda.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.