Un aniversario doliente

Han pasado 10 años, pero seguramente que todos nos acordamos dónde estábamos y qué estábamos haciendo en el momento en que nos enteramos del atentado contra las Torres Gemelas en Nueva York, y de los sentimientos que nos abrumaron al enterarnos de la noticia.

Exactamente un mes antes de los atentados, estuve en Nueva York con la familia, y aunque vivimos unos años en la Gran Manzana, en nuestra condición de turistas decidimos visitar el Empire State Building, desde cuyo mirador pudimos apreciar no solo la espectacularidad de Manhattan, sino esa maravilla de arte en arquitectura que eran las Torres Gemelas.

Pocos años después, encontrándome en Londres en un 11 de septiembre, contemplé con alarma e indignación cómo un grupo de gente se manifestaba en Hyde Park "celebrando" el aniversario de lo ocurrido en Nueva York y portando pancartas al respecto.

Una cosa es la libertad de expresión y otra muy distinta la apología del terrorismo.

En este décimo aniversario de un acto tan atroz que ha cambiado el mundo, una de las principales cadenas de televisión en España realizó un documental/homenaje a la ciudad de Nueva York, tomándole el pulso a través de sus taxistas, a los que entrevistó. A mi modo de ver, un verdadero acierto, ya que este colectivo está formado por inmigrantes de una diversidad de países y, por tanto, provienen de diferentes culturas, hablan otras lenguas y representan la coexistencia en la diversidad, que es la principal característica de Nueva York y sus gentes.

El atentado criminal del 11 de septiembre de 2001 no solo fue un golpe a una ciudad o a un país, sino al mundo entero, y dejó una herida abierta entre los cuatro millones de musulmanes que actualmente viven en los Estados Unidos de América.